"Lo que hemos hecho la última noche es lo que yo llamo hacer retroceder los riesgos". Éstas eran las palabras de Jeroen Dijsselbloem, ministro de Finanzas neerlandés y presidente del Eurogrupo, horas después de rubricar el acuerdo de rescate para Chipre, que supondrá la liquidación del segundo mayor banco del país y la imposición de fuertes quitas a los depósitos no garantizados. En una entrevista a Reuters y el rotativo Financial Times sugirió que el plan de rescate acordado para Chipre este lunes representa un nuevo modelo para resolver los problemas bancarios de la zona euro si otros países tienen que reestructurar sus sectores bancarios
"Si se aprecia riesgo en un banco, nuestro primer planteamiento debería ser: 'De acuerdo, ¿qué va a hacer el banco al respecto? ¿Qué puede hacer para recapitalizarse a sí mismo? Si el banco no puede hacerlo, hablaremos de los accionistas y los bonistas, les pediremos que contribuyan a recapitalizar la entidad y, si fuera necesario, también a los depositantes no garantizados", añadió.
Al ser cuestionado por las implicaciones de este nuevo modelo para países como Malta o Luxemburgo, con unos sistemas bancarios altamente endeudados, o para países con dificultades en el sector, como Eslovenia, el ministro holandés indicó que deberían reducir el tamaño de sus entidades.
"Supone afrontarlo antes de verte en problemas. Fortalecer tus bancos, sanear sus balances y comprobar si hay bancos en problemas, la respuesta ya no será automaticamente que vendremos y te quietaremos los problemas. Los haremos retroceder. Esa es la primera respuesta que necesitamos. Hacerlos retroceder. Tú los afrontas", explicó.
Sin embargo, tras la sacudida que han provocado en los mercados las declaraciones de Dijsselbloem, el ministro ha dado marcha atrás y ha dejado claro que los términos del rescate pactado para Chipre que impone fuertes quitas a los depósitos no garantizados no constituye un modelo para abordar futuros casos de reestructuración bancaria en la eurozona.
Dijsselbloem recula: el caso de Chipe es "específico"
El presidente aclaró que el caso de Chipe es "específico" y que "no hay modelos ni plantillas utilizadas" para los distintos programas de rescate, que se elaboran a la medida de la situación del país afectado. "Chipre es un caso específico con desafíos excepcionales que requieren las medidas de 'autorescate' que hemos acordado", ha explicado el presidente del Eurogrupo en un escueto comunicado.
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