Economía

El cigarrillo electrónico factura 37 millones hasta junio, un 28% más

La industria espera superar los 75 millones de facturación a finales de año

El sector de los cigarrillos electrónicos facturó 37 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que supone un incremento del 28% respecto al mismo periodo de 2017, según los datos de la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), que ha destacado que esta cifra confirma el crecimiento progresivo de la industria pese a que España cuenta con una de las legislaciones más estrictas de Europa.

La UPEV ha estimado además que la facturación superará los 75 millones de euros al cierre del año.

Paralelamente, el número de usuarios de vaporizadores sigue en aumento, tras sumarse al vapeo 22.500 fumadores adultos entre enero y junio, hasta un total de 472.500 en España, una cifra equivalente a la población de Murcia. Pese a ello, la cifra sigue estando muy por debajo de las de Francia o Reino Unido, países que cuentan con más de uno y dos millones de vapeadores, respectivamente.

Además, según el informe elaborado a principios de año por Sigma Dos para UPEV, hasta el 96,3% de los vapeadores españoles usa el cigarrillo electrónico como alternativa al cigarrillo convencional. Así, el 69,8% ha sustituido completamente el hábito de fumar por el 'e-cig', mientras que el 26,5% ha reducido sustancialmente su consumo de cigarrillos.

420 pymes en el sector

Este incremento de la demanda se refleja también en el aumento del número de empresas del sector, con 420 pymes que operan en España, continuando con el desarrollo sostenido de una industria que está demostrando, según la UPEV, tener un papel importante en la lucha contra el tabaquismo.

De hecho, las tiendas especializadas son el canal de venta preferido por el 96,7% de los usuarios, debido a su conocimiento del producto, algo que también ha tenido una repercusión muy positiva en la creación de empleo. Actualmente, 3.360 personas trabajan en el sector de los cigarrillos electrónicos, sumando empleos directos e indirectos.

"La industria se anticipó a la transposición de la Directiva Europea y trabajó para adaptarse a la normativa antes de que llegase a España, por lo que estábamos preparados y hemos podido crecer pese a sufrir algunas desviaciones en la legislación española respecto a la norma comunitaria", ha resaltado el presidente de UPEV, Arturo Ribes.

"Desde UPEV miramos hacia el modelo británico, donde ya hay más de dos millones de consumidores y donde un producto con tanto potencial ya está siendo utilizado como herramienta contra el tabaquismo, pidiéndose una regulación más flexible que la del cigarrillo convencional", ha señalado.

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