El Panel de Funcas, que agrupa las estimaciones de una veintena de organismos económicos, hunde sus previsiones de PIB para 2022 al 4,2% y las de 2023 al 2,5%. En el caso de este año, rebaja sus proyecciones una décima, cuando son varios los organismos que las mantienen. Hasta cinco servicios de estudios prevén ya un crecimiento por debajo del 4%. Y para el año que viene las reduce cinco décimas.
"Si bien los indicadores disponibles del segundo trimestre avanzan una aceleración del crecimiento, impulsado por los servicios, al final del año se frenará por el fuerte ascenso de la inflación y las incertidumbres derivadas de la guerra de Ucrania y su impacto en los mercados energéticos, factores que también aumentan la preocupación por las perspectivas económicas globales. El menor ritmo de crecimiento esperado para la segunda mitad de año repercute en la tasa prevista para 2023", explica el consenso de expertos.
El Panel publicó sus últimas previsiones en mayo, cuando las incertidumbres y riesgos vinculadas a la guerra ya se habían intensificado. Entonces, estimaron un crecimiento del 4,3% este año y del 3% el que viene.
La previsión de la inflación media para este año vuelve a revisarse al alza, hasta el 7,9%, un punto más que en el anterior Panel, mientras que la tasa para 2023 sube al 3,1%, nueve décimas más que la estimación de mayo. Cabe recordar que en enero de este año el consenso apuntaba a una inflación media anual del 3,5%. Las previsiones para la subyacente se han revisado en una magnitud semejante, hasta el 4,6% y el 3,3% para 2022 y 2023, respectivamente.
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha alertado este lunes de una "fuerte desaceleración tras el verano" y no descarta la recesión con un cuarto trimestre de este año de crecimiento cero. Mantiene para este año su previsión de crecimiento del 4,2%, con un crecimiento plano al final de año, pero rebaja de forma "muy significativa" su proyección para 2023 del 3,3% al 2%.
Asimismo, eleva su previsión de inflación al 8,8% este año y al 5% el que viene. Estas previsiones están sujetas a que la inflación no sea aún más elevada y, en este sentido, no descarta la recesión si el último trimestre es finalmente negativo.
La Comisión Europea ha mantenido el crecimiento previsto para 2022 del 4%, pero ha recortado 1,3 puntos el de 2023, hasta el 2,1%, retrasando aún más la recuperación económica. Asimismo, ha revisado al alza la inflación prevista en España para este año, que en mayo situó en el 6,3% y ahora en el 8,1%, según consta en el pronóstico económico de verano publicado el pasado jueves.
Asimismo, Bruselas alarga la crisis de precios al elevar del 1,8% al 3,4% la subida media prevista para 2023, confirmando que España no cumplirá el próximo año el objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
También se ha publicado la rebaja de previsiones de BBVA Research, que ha hundido 1,5 puntos el crecimiento del PIB en 2023 y no descarta ya la recesión. La entidad financiera espera dos trimestres negativos seguidos, con una caída de tres décimas en el cuarto trimestre de 2022 y dos décimas en el primero del próximo año.
A su vez, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado su previsión de crecimiento del PIB al 4,2%, una décima por debajo de lo que estimó en abril (4,3%) y eleva 1,3 puntos la inflación esperada hasta el 7,8% (frente al 6,5% estimado en mayo, hace sólo dos meses).
La rebaja del Gobierno, en los Presupuestos
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, reconoció hace justo ahora un mes en Santander que la inflación será "más alta" y durará "más tiempo" de lo que se esperaba y advirtió el 4 de julio de que se avecinan "trimestres complejos". El pasado jueves, Calviño admitió que el Gobierno está rebajando sus previsiones de crecimiento y está teniendo en cuenta el alza de la inflación en sus trabajos de preparación del techo de gasto y de los Presupuestos de 2023.
"Estamos trabajando con el Ministerio de Hacienda de cara a preparar el techo de gasto y en los primeros pasos del proyecto de Presupuestos de 2023. Está claro que el escenario actual nos hace trabajar en un escenario de inflación más alta durante más tiempo y estamos viendo cómo ajustar, cómo adaptar todo nuestro trabajo a este nuevo escenario", reconoció.
El Gobierno no prevé rebajar por lo tanto sus previsiones, del 4,3% para 2022 y del 3,5% para 2023, hasta la aprobación de los Presupuestos de 2023, aunque podría presentar su cuadro macro semanas antes de aprobarlos, como hizo el año pasado. Sin embargo, en septiembre de 2021 no modificó sus proyecciones de crecimiento, muy optimistas, a pesar de la subida de la inflación y de los precios de la energía, y cuando el resto de organismos ya están modificándolas a la baja. No lo hizo hasta el pasado 29 de abril en el Programa de Estabilidad que remitió a Bruselas.
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