La burbuja inmobiliaria ha vuelto a España pero con aires renovados. Si hace una década el objeto de deseo de los españoles era disponer de cuantas viviendas fuera posible para uso y disfrute exclusivo, ahora explotar esos inmuebles y alquilarlos a través de plataformas online de alquiler turístico es lo más cotizado entre los propietarios. La oferta de alojamientos para los turistas que comprenden tanto casa y apartamentos enteros, como habitaciones privadas o compartidas, se multiplica en la red y Airbnb es una de las páginas que los ofertan.
El afloramiento de esta nueva moda de obtener grandes beneficios en períodos cortos de tiempo ha cambiado por completo la imagen de los barrios y de las comunidades de vecinos. Donde antes primaban los residentes más veteranos entremezclados con estudiantes de alquiler, jóvenes recién estrenados en el mercado laboral o familias acomodadas en su vivienda bien alquilada o en propiedad, en los últimos tiempos las zonas comunitarias de los edificios o urbanizaciones son un ir y venir de turistas. Una situación no muy bien vista por los vecinos de toda la vida y que también está empezando a afectar a los inquilinos habituales de los pisos de alquiler. El boom de esta nueva modalidad de negocio está calando entre los propietarios que empiezan a barajar la posibilidad de dar por finalizado la relación contractual que mantenían con sus arrendados para dedicar su propiedad al alquiler turístico.
De puertas hacia afuera el panorama tampoco es muy alentador y muestra de ello son los disturbios y actos vandálicos que se han sucedido en los últimos días en contra del turismo y la gentrificación que está acabando con la vida de los barrios, especialmente los del centro de las grandes ciudades. La situación de inconformismo ha llegado hasta tal punto que algunos de los gobiernos locales como el de Madrid, Barcelona y Palma están tomando medidas para regular el alquiler turístico.
Son varias las plataformas que difunden este tipo de alojamientos y Airbnb es la más popular. Las posibilidades de dar con el apartamento que más se ajuste a los criterios del usuario son infinitas, tanto por la variedad de precios como por la localización, pues prácticamente en todo el país hay una casa en Airbnb.
Barcelona es la ciudad más saturada por alojamientos turísticos este verano. En total, alberga 20.578 dentro de su área metropolitana, según la empresa Airdna, especialista en el análisis y recolección de datos sobre la actividad de Airbnb. Madrid ocupa el segundo lugar del ránking con 16.290 casas, habitaciones privadas o compartidas publicadas en este sitio web. Valencia cierra el tercer escalón del podio con 5.801 viviendas ofertadas en todas sus modalidades.
Entre las capitales de provincia que constan en esta clasificación, también se cuela Ibiza. La isla pitiusa es uno de los destinos más demandados del verano y la oferta de apartamentos Airbnb no podía faltar. De acuerdo con el rastreo Airdna, aquí hay localizadas 1.664 viviendas de este tipo. A pesar de no ser una cifra tan abultada como la registrada en Madrid o Barcelona, el ratio de alojamientos por habitante es el mayor de España: uno por cada 30 habitantes.
La Ciudad Condal, aunque en menor escala, también entiende de este tipo de saturación. Los cerca de 20.600 alojamientos turísticos activos en Airbnb, se entremezclan en una población de poco más de 1,6 millones de habitantes siendo el resultado de una vivienda destinada al alquiler turístico por cada 78 barceloneses.
En el tercer puesto de esta clasificación se cuela San Sebastián. La capital guipuzcoana cuenta con una propiedad en alquier para turistas en Airbnb por cada 94 habitantes. Cabe recordar que han sido varias las protestas y los ataques en esta ciudad contra el turismo masivo este mes de agosto. Madrid, en cambio, no está entre las primeras posiciones del ránking dado que cuenta con una población de 3,1 millones y el ratio de alquileres por habitantes es de 294.
La avalancha de turistas que inundan practicamente todos los rincones de España ha quedado demostrado con las estadísticas de movimientos en frontera (Frontur) que pubica el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que cifra en más de 75,3 millones los visitantes extranjeros que visitaron nuestro país en 2016. Este año va camino de pulverizar todos los registros, pues en lo que va de año, la llegada de turistas ha crecido un 11,6% hasta situarse en los 36,6 millones de turistas.
Sin embargo, a pesar de que entorno al 60% de ellos sigan apostando por la estancia en hoteles y uno de cada diez opte por alquilar una casa o habitación para su estancia, el sector de la vivienda enfocada al turista precisa de una regulación más acorde con el panorama actual y que sepa conjugar entre visitantes y locales.
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