Los recortes a las retribuciones de las actividades de transporte y distribución de gas y electricidad propuestos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la reacción vendedora de los inversores en Bolsa han puesto cuesta arriba el éxito del sistema aprobado por la junta de accionistas de Naturgy para premiar a un selecto grupo de directivos de la compañía, entre los que se encuentra su presidente, Francisco Reynés. Tras el varapalo sufrido por el valor en el parqué, sólo una revalorización superior al 40% hasta 2022 aseguraría el cobro del bonus, que en el caso de Reynés está valorado en 12,5 millones de euros.
Desde el pasado jueves, cuando el sector energético en bloque comenzó a reaccionar a las primeras noticias que hablaban de que el regulador propondría un duro ajuste en las retribuciones, las acciones de Naturgy se han dejado cerca de un 10%. La compañía, que durante el primer trimestre llegó a alcanzar sus máximos en más de una década, ya había sufrido un revés bursátil a finales de abril, cuando algunas firmas de análisis dieron por finalizado su recorrido alcista en el parqué, a raíz de las cuentas de la energética correspondientes al periodo enero-marzo.
Todos estos movimientos han situado actualmente la cotización en el entorno de los 22,50 euros, que complica que Naturgy alcance los objetivos para que se haga efectivo del pago del bonus. Estas metas están relacionadas tanto con el precio de los títulos a la finalización del plan estratégico 2018-2022, presentado a finales de junio del pasado año, como con el pago de la totalidad de los dividendos previstos en el citado plan.
Las condiciones del plan hacen que para que sus objetivos se consideren superados, la cotización de Naturgy se sitúe por encima de 23,15 euros. A este precio, la compañía adquirió un paquete de acciones a través de una sociedad creada a tal efecto y que es el vehículo canalizador del plan, que está ligado única y exclusivamente a la creación de valor para el accionista.
Ajuste por dividendos
La diferencia entre la actual cotización y el precio de referencia del bonus es pequeña. Sin embargo, cabe tener en cuenta que los títulos de la compañía sufren el correspondiente ajuste cada vez que se reparte un dividendo. Hasta el momento, Naturgy ha retribuido al accionista con 1,30 euros por acción, la cantidad contemplada en el plan estratégico correspondiente al ejercicio 2018, con lo que aún le queda por repartir 5,91 euros adicionales por título hasta 2022. Es decir, la acción de la energética deberá ajustarse en esta cantidad a lo largo de todo el periodo.
Al tener en cuenta este factor, el recorrido que le resta a las acciones de Naturgy para alcanzar los 23,15 euros es considerablemente mayor. De esta forma, el bonus solo estaría asegurado si el valor se revaloriza un 40% desde ahora y hasta el final del plan, lo que equivale a un avance anualizado de algo más del 13%.
Un recorrido que, de por sí, es complicado para una compañía inmersa en un sector notablemente regulado y que depende de cuestiones similares a las que, precisamente, le han llevado a esta situación. Pero además, el horizonte a corto y medio plazo no es precisamente optimista.
Las agencias de calificación Standard & Poor’s y Fitch se han pronunciado sobre la decisión de la CNMC y han advertido de que es probable que procedan a rebajar los ratings si se confirman los recortes de ingresos que las compañías sufrirán en los próximos periodos regulatorios. Una circunstancia que, de producirse, también afectará de forma negativa a la cotización de Naturgy.
Doble impacto
Naturgy ha sido una de las compañías del sector más castigadas en Bolsa por las propuestas del organismo regulador, ya que se ve afectada tanto por la rebaja de las retribuciones a la actividad de distribución de electricidad (algo más de un 7%) como por el recorte a los pagos por las redes de distribución de gas (superior al 18%).
El sistema confeccionado por Naturgy para el plan de retribución variable contempla dotar a la sociedad a través del que se gestionará con 200 millones de euros para adquirir las acciones (algo que ya hizo antes del cierre de 2018). De esta cantidad, el 50% procede de fondos de la empresa y el 50% restante se ha obtenido a través de un préstamo financiero. Al cierre de 2022, el vehículo societario venderá las acciones necesarias para pagar el principal y los intereses del préstamo, así como para devolver a la matriz los fondos que le ha inyectado.
Si tras cumplir con estas obligaciones aún quedan acciones en el vehículo, éstas se repartirán entre los 26 beneficiarios que tiene asignado el bonus en títulos (Reynés y 25 altos directivos).
El plan establece que para que queden acciones excedentes, los títulos de Naturgy deben cerrar 2022 por encima de 19,15. En caso contrario, los beneficiarios se quedarán sin bonus. Y si se diera un precio intermedio entre 19,15 y 23,15 euros, la compañía tomaría una decisión en función del remanente de títulos que quedaran.
En la situación actual y con el ajuste de los dividendos, la cotización de Naturgy estaría lejos de los 19,15 euros. El ajuste sería inferior si se redujeran los dividendos, pero desde el momento en que se recorte la retribución al accionista, el bonus es historia.
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