Economía

Las eléctricas se reúnen en secreto con la CNMC para perfilar el futuro del sector ante la falta de Gobierno

La vicepresidenta del regulador se implica en los encuentros secretos desde marzo. Los primeros espadas del sector energético tratan de diseñar una planificación a espaldas del Gobierno y los partidos.

Un cónclave en el que están todos, menos el Gobierno. Todo en secreto y bajo un severo pacto de silencio que no se ha roto en casi cuatro meses. En un contexto de prolongada incertidumbre política, sin Gobierno ni ministro de Industria y Energía, el sector eléctrico, junto a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), puso en marcha en marzo pasado una sorprendente iniciativa.

Su vicepresidenta, María Fernández, está participando en un grupo de trabajo y análisis en el que, por primer vez, está presente todo el sector energético (eléctricas tradicionales, renovables, cogeneración, petroleras, gasistas, todas las patronales y los grandes y controvertidos consumidores de energía (Alcoa, Acerinox…).

Todo bajo el más absoluto secreto, al margen del Gobierno en funciones y de los partidos políticos. Los encuentros se celebran desde principios de primavera en la sede de KPMG, la consultora encargada de coordinar los debates y trabajos, así como de elaborar el informe final de propuestas y conclusiones.

KPMG acoge los encuentros en su sede y elaborará un documento de consenso y una planificación energética para el próximo Gobierno 

Ha habido ya cinco reuniones. La última tuvo lugar el pasado viernes y a ella asistieron, además de la vicepresidenta de la CNMC y gente de su equipo, los primeros o segundos espadas de las grandes compañías.

Directores de regulación de Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, representantes de Red Eléctrica, directores generales de Repsol y Cepsa, los presidentes de las patronales Unesa (sector eléctrico tradicional), AEE (sector eólico), Unef (fotovoltaico), AppaAcogen (cogeneración) y los poderosos representantes de AEGE, los grandes consumidores de energía que pagan la luz más barata a cambio de estar preparados para parar sus industrias en caso de riesgo de suministro eléctrico (interrumpibilidad).

A un ritmo de una vez cada tres semanas, más o menos, se han venido reuniendo en la torre de KPMG en el madrileño Paseo de la Castellana para analizar la situación actual del sistema eléctrico, la sobrerregulación que sufre el sector; el papel que ha de jugar cada tipo de energía en el mix energético del futuro; los riesgos que se ciernen sobre algunas fuentes en función de quién forme Gobierno tras las elecciones del 26J (cierre de nucleares, peso de las renovables en el mix y su retribución, futuro del carbón, cambio en las prebendes a los grandes consumidores…); situación de la distribución y el transporte de electricidad; lucha contra el cambio climático y fiscalidad verde, entre otros muchos temas.

La última reunión tuvo lugar el pasado viernes y a ella acudió la mayoría de los integrantes de un foro que ya lleva cuatro meses de debates

El objetivo, según las fuentes consultadas al tanto de los debates internos, es elaborar un completo documento de situación y de líneas de actuación futuras. “Una planificación energética diseñada a espaldas del Gobierno en funciones y del resto de partidos, para evitar injerencias políticas, pero que pueda servir de base y referencia para el Gobierno que salga de las nuevas elecciones”, afirma una de las fuentes presentes en las deliberaciones.

Pero además, el foro organizado por la CNMC trata de tender puentes entre eléctricas y petroleras, entre el oligopolio y las empresas renovables, debido a las guerras y frentes abiertos, algunos de ellos enquistados, durante la legislatura que acabó en diciembre pasado. Compañías como Iberdrola y Endesa están liderando una campaña para que todas las empresas del sector, y no sólo las eléctricas, asuman los costes de la lucha contra el cambio climático y la descarbonización (reducciones de emisiones de CO2).

Es la llamada fiscalidad verde, que ha enfrentado directamente al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, con el de Repsol, Antonio Brufau, que ha recordado al sector que buena parte de la luz que consumen los coches eléctricos se sigue produciendo en centrales de carbón, las más contaminantes.

El cierre de nucleares, las renovables y el carbón en el mix energético o la fiscalidad verde, entre otros temas polémicos, se están debatiendo a pecho descubierto

También se sientan en la misma mesa del foro las renovables y el sector tradicional, después de años en los que los segundos han criminalizado a los primeros por los altos costes que para el sistema han tenido las primas verdes. Las energéticas verdes, por su parte, sufridoras de la política antirrenovable del Gobierno de Rajoy, culpan al oligopolio de controlar los principales resortes del sistema y de condicionar con su poder las políticas energéticas de los gobiernos.

También acuden a los encuentros representantes de Alcoa, Acerinox, AcerlorMittal, Atlantic Cooper, Holcim y Cemex, a través de AEGE, los gigantes intensivos en consumo de electricidad que cada año se llevan en torno a 500 millones de euros por un servicio, el de interrumpibilidad, que no se ha utilizado desde 2009.

Estas grandes industrias amenazan a los gobiernos de turno con cerrar plantas y despedir a sus empleados si no les diseñan precios de la electricidad a la carta, lo que es considerado por el resto del sector eléctrico una ‘discriminación positiva’ intolerable.

El foro trata de limar asperezas y acercar posiciones entre todos ellos. En cartera estaría la celebración de una sexta reunión del foro, si bien aún no se ha fijado fecha.

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