La CNMV está supervisando el trasvase de dinero de los depósitos a los fondos de inversión, para que no se coloquen productos poco adecuados. En los cuatro primeros meses del año, más de 5.000 millones de euros han salido de las cuentas hacia los fondos, una cifra pequeña dentro de las magnitudes totales, pero que afectan a un elevado número de ahorradores.
Con esta “supervisión temprana”, como la denominan en el regulador, pretenden adelantarse a malas prácticas. Ello es debido a que el dinero que sale de las cuentas bancarias está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y es un capital que no sufrirá minusvalías.
Sin embargo, mucho inversor particular puede comprar Fondepósitos, sin saber no se verá protegido por el FGD. También puede existir confusión con productos que tengan objetivo de rentabilidad y sean considerados fondos Garantizados.
El principal problema riesgo está en la colocación inadecuada de los citados fondos con objetivo de rentabilidad, que establecen targets de rendimientos en un plazo de tiempo, pero no están asegurados, como sí lo estan los Garantizados. No son malos productos, pero “se trata de certificar la idoneidad del comprador”, señalan fuentes bien informadas.
De esta manera, se está solicitando información a las gestoras y entidades financieras, intentando obstaculizar lo menos posible su actividad pero, a su vez, buscando prevenir la colocación masiva de productos a partícipes no adecuados. Hay demasiados casos recientes en este sentido con productos como las preferentes o los convertibles.
Para las preferentes
Sin ir más lejos, el FGD se ha debido utilizar para compensar a titulares de participaciones preferentes.
En lo que va de año, la práctica totalidad de nuevos fondos de inversión son Garantizados, que buscan ofrecer seguridad y algo de remuneración al cliente. Son promovidos de manera intensa por parte de la banca para mantener cautivo al inversor en la propia entidad. Si los depósitos no son atractivos ante el final de los extratipos, al menos que el dinero siga en el mismo grupo.
Pero también se están comercializando de manera muy activa los fondos con objetivo de rentabilidad que, aunque en sus folletos especifica claramente que no son instrumentos con rendimiento asegurado, es decir, con protección total de capital, algunos inversores en sucursal pueden entender mal el producto o se les puede explicar de manera inadecuada.
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