El principal accionista del quinto mayor banco de España -y cotizado- se encuentra envuelto en un serio problema de gobernanza y la CNMV guarda silencio. Diferentes fuentes financieras consultadas por Vozpópuli no dan crédito a la inacción del supervisor español, que parece que ha decidido hacer oídos sordos al que ya es el mayor escándalo del banco andaluz.
La última vez que Unicaja tuvo que rendir cuentas ante el organismo que preside Rodrigo Buenaventura -resultados aparte- fue el pasado 17 de marzo, cuando el banco se vio obligado a explicar ante el mercado el motivo de la salida de los consejeros Manuel Conthe Gutiérrez, Ana Bolado Valle y Manuel González Cid. Llama la atención que el pasado viernes 8 de abril, la CNMV no exigiera a Unicaja explicaciones por el polémico comunicado en el que salía en defensa de la Fundación.
Este medio publicó en primicia que el presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, se había opuesto a la nota de prensa anteriormente mencionada. Síntoma de clara fractura en las altas esferas de la entidad malagueña.
Pero más grave, según las mismas fuentes consultadas, es la situación que se ha dado esta semana, cuando el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, salía en defensa de Azuaga después de que El Confidencial publicara que el bloque asturiano de Unicaja, liderado por el consejero delegado, Manuel Menéndez, planea la salida del presidente del banco, con el apoyo de Medel.
Este sería su último servicio al banco, ya que él mismo envió una misiva asegurando que se apartaría de la Fundación tras las presiones del Ministerio de Economía.
El primer edil de Málaga se mostró en contra de la salida del banquero andaluz, ya que simboliza la "Unicaja que queremos", según recoge el Diario Sur, que también expone que De La Torre criticó duramente a Menéndez, pues "simboliza la Unicaja que no queremos, la que quiere desligarse de sus orígenes, de sus raíces y de su alma, de Málaga y Andalucía".
CNMV y la reputación de la banca
Aunque los problemas reales sean de la Fundación Unicaja, es evidente que existe ya un potencial daño reputacional que se puede extrapolar al banco. Cabe recordar que la CNMV si actuó de forma muy dura y severa contra BBVA cuando estalló todo el 'caso Villarejo'. Tal y como publicó este medio, cuando Sebastián Albella era aún presidente de este organismo, no le tembló el puso.
Por aquel entonces la CNMV quería saber cuál había sido el impacto reputacional del Caso Villarejo en BBVA y para ello se propuso examinar detenidamente el informe financiero anual que la entidad. Fuentes cercanas al regulador aseguraron a Vozpopuli que no serían suficientes "unas líneas" en la memoria.
La CNMV quería que el banco elaborase una explicación contundente en la que se expusiese el daño de imagen que han supuesto las presuntas escuchas para el banco y cuales son las soluciones que aportan. Este medio se ha puesto en contacto con la CNMV para preguntar por el asunto de Unicaja y no ha obtenido respuesta.
Medel y su cese en la Fundación Unicaja
Medel anunció en jueves santo en una misiva su intención de renunciar a la presidencia de la entidad en "un corto periodo de tiempo que permita, con la mente puesta únicamente en el interés de la Fundación Bancaria, una transición ordenada". Pero lo cierto es que el banquero sigue estando al mando del organismo que es el principal accionista de Unicaja, el quinto banco más grande del país.
El presidente de la Fundación Unicaja atribuyó su decisión a varias razones: el informe enviado desde el Protectorado de Fundaciones Bancarias, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que cuestionaba su idoneidad para el cargo, "la existencia de un sinfín de presiones externas y de persistentes campañas mediáticas hostiles" y la "imperativa atención" a otros deberes de índole personal y familiar.
Medel considera que las presiones recibidas "han colocado a la mayoría de los patronos en una situación personal incómoda, muchas veces difícil y profundamente injustificada".
Con esta misiva, el banquero andaluz terminó por ceder a las presiones políticas, que comenzaron con la misiva del Protectorado y que prosiguieron con las declaraciones públicas de la Ministra de Economía, Nadia Calviño, y el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas. Este último se vio obligado a pedir el cese de Medel de manera pública tras un toque de la directiva nacional del partido socialista. A su vez, Espadas obligó a los patronos Carmen Espín y Antonio Pascual a votar en contra de Braulio Medel.
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