La empresa Solera, experta en inteligencia del automóvil, estima que el mercado de posventa dejará de facturar un 19% este año debido al Estado de Alarma decretado por el Gobierno para evitar la expansión del Covid-19, sobre todo si se extiende en el tiempo dos meses más. Estos datos de caída de actividad obtenidos a partir del análisis más de cuatro millones de reparaciones anuales en España obedece, por un lado, al parón de actividad por los cierres temporales de los negocios de reparación y mantenimiento, que coincide además con una época tradicionalmente fuerte para los talleres, como es la Semana Santa y el puente de mayo.
Por otro lado, la situación de confinamiento en los hogares y las restricciones de movilidad van a provocar un descenso en el rodaje de los vehículos de más de un 15% en el conjunto de 2020, lo que impactará en el sector, pues cuantos menos kilómetros se hacen, menos mantenimientos y reparaciones se requieren.
No obstante, las previsiones de esta consultora dibujan una vuelta a la normalidad en el sector una vez el estado de alarma concluya. En este sentido, está previsto un repunte del negocio del 2% en los talleres en agosto, debido a la recepción de los mantenimientos de mecánica pospuestos, así como a una campaña de verano, que se concentra habitualmente en julio, y que este año también se extenderá a agosto para poder atender la demanda retenida.
En general, debido a la pandemia del coronavirus las previsiones para el conjunto del año se tendrán que revisar a la baja y será más fácil recuperar, al menos en parte, el área de mecánica, porque los mantenimientos se posponen, pero en carrocería es pérdida porque los golpes de chapa que no han tenido lugar ya no se producirán.
En esta primera semana de estado de alarma, los talleres oficiales sólo recibieron 2.370 peticiones de servicios urgentes según estimaciones de la patronal de los concesionarios, Faconauto. Esta cifra supone, en la práctica, que la actividad de la posventa oficial ha pasado a ser prácticamente inexistente, si se compara con los 240.000 pasos de taller de media que registran semanalmente los concesionarios cuando operan a pleno rendimiento.
Faconauto pidió desde el comienzo de esta crisis que los concesionarios cerraran no sólo su actividad comercial, sino también su actividad en el taller para contribuir a frenar la pandemia. Al mismo tiempo, recomendó que las concesiones establecieran equipos de urgencia, sin estar abiertos al público, para dar servicio a sectores estratégicos en la lucha contra el coronavirus.
Los datos de reparaciones de la primera semana desde el comienzo del estado de alarma ponen de manifiesto que los talleres oficiales han parado casi completamente su actividad, lo que ha permitido también salvaguardar la salud de sus trabajadores y clientes.
Al respecto del problema de seguridad sanitaria que hubiera supuesto mantener los talleres abiertos, Faconauto y la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT Fica) han remitido una carta al Ministerio Sanidad y a las correspondientes consejerías de todas las comunidades autónomas en la que se advierte que, por la naturaleza del trabajo en los talleres, no es posible para los concesionarios cumplir con las medidas y actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social relativas a situaciones derivadas del nuevo coronavirus y la protección de sus empleados.
Resulta prácticamente imposible garantizar la distancia mínima entre empleados de un metro o de dos cuando no se dispone de Equipos de Protección Individual (EPIS), hay utillajes en los talleres que obligatoriamente comparten los operarios y la existencia de riesgo biológico de contagio en los coches manipulados es real, ya que, hasta la fecha, no existe un procedimiento verificado que permita higienizar los vehículos de clientes con garantías sanitarias efectivas.
La industria del motor pide ayuda a Europa
Una crisis global en el sector de la automoción que afecta a fabricantes de coches, de componentes, talleres de reparación y que ha llevado a la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) a pedir a la Comisión Europea (CE) que diseñe medidas para preservar el empleo en un sector que emplea directa o indirectamente más de 16 millones de personas y proponga estímulos para estimular a una industria "clave" en la recuperación tras de la crisis del coronavirus.
En un comunicado, los fabricantes automovilísticos piden un "diálogo urgente" con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y fijan dos prioridades para su sector.
"Primero, tomar medidas concretas para evitar daños irreversibles y fundamentales al sector con una pérdida permanente de empleos, capacidades, innovación y capacidad de investigación. En segundo lugar, Europa debería prepararse para estimular la recuperación de nuestro sector, lo que contribuirá decisivamente a la recuperación acelerada de la economía europea en su conjunto", señala la ACEA.
La patronal automovilística dice estar "preparada para trabajar con la comisión Europea, los gobiernos nacionales y otros agentes para navegar por esta crisis", dice el director general de ACEA, Eric-Mark Huitema. Subraya, además, que en la actual situación "también es importante mantener en funcionamiento la producción y el suministro de repuestos, así como las redes de servicio de vehículos".
"Esto es esencial no solo para el mantenimiento vital de la logística, sino también para el trabajo de los servicios de emergencia como ambulancias, bomberos, fuerzas del orden, organizaciones de ayuda y servicios médicos entre otros", explica. La asociación añade que el libre tránsito de medicinas, alimentos, combustibles, equipos y repuestos a través de la UE debe de quedar garantizado bajo cualquier circunstancia.
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