Cuando el estado de alarma todavía no había sido decretado y a los españoles aún les costaba ser conscientes de la magnitud del problema, los ciudadanos chinos fueron los primeros en España en echar el cierre a sus locales, tanto bazares como restaurantes y tiendas de alimentación. Con un ojo puesto en China, y atendiendo a las consecuencias que estaba teniendo en su país la expansión del coronavirus, estuvieron alerta antes que los demás. Ahora, se suman al proceso de 'desescalada' y vuelven a levantar poco a poco la persiana.
Con todo, es lunes a mediodía y son muchos los comercios chinos que ya han abierto a por todo el país, incluso en las provincias que todavía no han llegado a la fase 1, como es el caso de la Comunidad de Madrid, algo que el Gobierno permite siempre y cuando el local tenga menos de 400 metros cuadrados y se pueda entrar con un sistema de cita previa o por turnos.
En el madrileño paseo de Marqués de Zafra, un cartel en la puerta de uno de los locales recuerda que la normalidad todavía no ha llegado: "Mantenga la distancia. Entran máximo cuatro personas". En el interior, su dueño muestra cómo han adaptado el local para poder abrir con seguridad: ofrecen gel desinfectante en la puerta, los dependientes llevan mascarillas y una mampara de plástico protege la zona del mostrador.
En el caso de este local, fue el domingo cuando levantaron la persiana. "La economía no nos permite estar cerrados ni un minuto más", cuenta el dueño, que explica que el pago del alquiler durante estos dos últimos meses le ha supuesto un gran gasto. No muy lejos de este establecimiento, en la madrileña calle Goya, otro comercio luce la persiana medio bajada, pero se puede entrar: "Es la forma que tenemos de controlar el aforo dentro", cuenta el encargado de este local, que lleva mascarilla y pantalla facial.
"Intentamos recuperar la actividad"
Dawei Ding, vicepresidente de la Asociación de Chinos en España (Ache) y director de China FM, conoce de cerca los planes de apertura de este tipo de comercios. "No tenemos la cifra oficial, pero muchos están abriendo desde la semana pasada intentando recuperar la actividad económica", explica.
Tal y como cuenta Ding, son muchos los ciudadanos chinos que estos días acuden a la asociación para conocer con detalle los requisitos sanitarios impulsados por el Gobierno. "Les recomendamos a menudo que acudan a su gestoría para estar bien informados, pero también usamos WeChat para dar las últimas informaciones, como cambios en las distancias mínimas exigidas", apunta el vicepresidente de Ache.
Así, y aunque muchos de ellos ya han vuelto a sus negocios, la comunidad china sigue muy de cerca "el número de contagios y la evolución". "Estamos muy pendientes de posibles rebrotes, pero confiamos", explica Ding.
Teniendo en cuenta que muchos de estos comercios cerraron los primeros "por miedo" y con la idea de que España no tendría "la infraestructura suficiente" par hacer frente a la enfermedad, su vuelta significa, para muchos, que la recuperación está comenzando.
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