En Bruselas hay un indicador que preocupa y del que España es responsable: el incremento continuo de las quiebras empresariales. En el informe de perspectivas económicas publicado este lunes, la Comisión Europea destaca que la media de la Unión Europea (UE) "sigue viéndose muy afectada por el elevado y creciente número de declaraciones de quiebra en España".
Hace unas semanas Vozpópuli informó de que las quiebras en España se han disparado un 200% respecto a los niveles prepandemia. En el nuevo informe, los analistas de la Comisión lo relacionan con "el nuevo marco de insolvencia que facilita la reestructuración y las peticiones de los acreedores".
Comparado con el cuarto trimestre de 2019, en el conjunto de la UE se produjeron en el segundo trimestre de este año un 15% más declaraciones de quiebras empresariales. "Excluyendo a España, el agregado de la UE seguía tendiendo al alza con respecto a los niveles de 2022, pero a un ritmo mucho más lento", recalca el Ejecutivo comunitario, que ya avisó de este asunto en el anterior informe publicado en mayo.
Bruselas insiste en que son ya seis trimestres consecutivos de aumentos tras un prolongado periodo en niveles bajos. Desde el primer trimestre de 2022 han crecido un 40%. En España, el registro de quiebras inició su ascenso ya en 2020, con crecimientos de hasta el 80% en algún trimestre respecto al anterior, según Eurostat, la oficina estadística de la UE.
La Comisión destaca, además, que "los sectores que recibieron apoyo financiero durante la crisis pandémica, como la hostelería y el transporte, muestran aumentos especialmente elevados". En este sentido, "a medida que en los próximos meses/años vayan venciendo los préstamos de los distintos sistemas nacionales de garantía Covid-19, las declaraciones de quiebra podrían aumentar aún más", alerta.
En España, numerosos empresarios se acogieron a los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) durante la pandemia. Los bancos concedieron más de 100.000 millones a las compañías necesitadas de liquidez en el peor momento de la crisis sanitaria, evitando la quiebra de muchas de ellas.
Con la guerra en Ucrania se aprobaron nuevas líneas, aunque con menos éxito que la primera, que se agotó con rapidez pero también suscitó muchas críticas ante el temor de que el capital estuviera llegando a 'empresas zombies'. Como consecuencia, el Gobierno endureció los criterios de las siguientes líneas y la banca tuvo casi una cuarta parte de los préstamos iniciales en vigilancia especial, según el Banco de España.
Estancamiento del empleo y falta de demanda
La Comisión espera que el Producto Interior Bruto (PIB) crezca este año un 2,2%, pero este repunte más fuerte de lo esperado hace cuatro meses (1,9%) responde al pasado, no al presente, con la economía desacelerándose. Su previsión es que en esta segunda parte del año el crecimiento económico se debilite, y esta situación se mantenga al menos en la primera parte del año 2024.
De hecho, Bruselas destaca en su informe de proyecciones que la demanda insuficiente, como factor que limita la actividad empresarial, ganó importancia en julio, siendo España y Polonia las grandes economías de la UE más afectadas. También destaca el "estancamiento" del empleo en nuestro país en el segundo trimestre y un deterioro "notable" de las expectativas de empleo de los empresarios en agosto.
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