La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han avisado este lunes de que la banca española sigue siendo "vulnerable" por la mala situación económica y han pedido a las entidades que mantengan o refuercen su nivel de capital con el fin de ganar resistencia.
En su cuarto informe sobre el rescate bancario, Bruselas y el BCE aseguran que la contracción del crédito en España "tocará fondo" en 2014 y a partir de ahí "aumentará ligeramente hasta finales de 2015, con la excepción de las pymes". Y denuncian que el crédito está mejorando ahora sólo para el sector público, lo que "a largo plazo puede desplazar al crédito al sector privado con un impacto negativo para la recuperación económica".
El informe es el resultado de la visita a la troika a Madrid del pasado septiembre y sirvió de base al Eurogrupo para acordar el pasado jueves poner fin al rescate bancario para España, sin ningún tipo de prórroga o ayuda adicional, cuando concluya a principios de enero.
Los inspectores señalan que España ha cumplido todas las condiciones impuestas en el memorándum de entendimiento del rescate, a falta de concluir la tramitación de la ley de cajas, y que "la reparación de los balances de la parte débil del sistema bancario prácticamente se ha completado". "En estos momentos no hay motivos para prever más desembolsos del programa hasta que España salga", indica el informe. "Pese a la evolución positiva, el entorno económico sigue pesando en el sector bancario y constituye el principal factor de riesgo en adelante", alertan la Comisión y el BCE. "El sector financiero español y los mercados siguen siendo vulnerables a acontecimientos nacionales e internacionales adversos", subraya.
Casi todos los bancos españoles -destacan dos de las instituciones de la troika- tienen un nivel de solvencia que supera los mínimos fijados por el memorándum, pero en comparación con el resto de entidades europeas, avisan, "no están entre los que tienen las mayores ratios de capital". "Por ello, los bancos deben mantener niveles de capital cómodos que soporten el crédito a la economía real y constituyan un colchón para mitigar los riesgos de la todavía débil situación económica", apunta el informe, que avisa de que las entidades tendrán difícil lograr una rentabilidad sostenible debido a esta mala situación económica y al entorno de bajos tipos de interés.
Las entidades españolas, insiste otro pasaje del estudio, "deben seguir políticas prudentes para mantener o aumentar sus ratios de capital", en particular "reteniendo la mayor porción posible de beneficios". El informe señala que "un área de preocupación" se refiere a los activos fiscales diferidos, y pide al Gobierno que cualquier iniciativa para resolver esta cuestión tenga en cuenta tanto el impacto fiscal como el respeto de las normas de competencia.
Revisar el plan de negocios de Sareb
La troika avisa además de que el plan de negocios del 'banco malo' que gestiona los activos inmobiliarios problemáticos (Sareb) podría ser "demasiado optimista", ya que el ajuste del sector inmobiliario "está constando más de lo que se esperaba" y "no hay signos de una recuperación rápida". "En particular, los precios de la vivienda han continuado cayendo e incluso acelerando su declive durante la primera mitad de 2013. Además, la inversión en construcción continúa cayendo", señala el informe.
En este contexto, "Sareb podría tener que revisar su plan de negocios para tener en cuenta estos acontecimientos recientes y preparar estrategias para responder a estas nuevas condiciones del mercado", sugieren la Comisión y el BCE.
Al igual que ya hizo la Comisión la semana pasada, el informe avisa de que el presupuesto de 2014 no garantiza el cumplimiento del objetivo de reducir el déficit hasta el 5,8% del PIB fijado por la UE y pide al Gobierno que tome más medidas de ajuste, algo que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha rechazado. Finalmente, el Ejecutivo comunitario y el BCE piden al Gobierno que mantenga el impulso de las reformas y avisa de que "muchas de ellas están todavía en el proceso de adopción o de ser plenamente aplicadas".
La troika viajará por última vez a Madrid antes del fin del rescate bancario el próximo 2 de diciembre. A partir de entonces, España estará sujeta a dos revisiones al año por parte de la Comisión hasta que haya devuelto el 75% de los 41.300 millones de euros utilizados para reestructurar la banca.
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