Economía

"Competencia desleal y leyes demagógicas": cómo Europa ha terminado matando al campo

El campo europeo se ha unido definitivamente para gritar contra las políticas agrarias. Es la respuesta anunciada de un campo "sistemáticamente menospreciado" por el viejo continente

Han gritado pero Europa no ha escuchado. Y ahora el 'viejo continente' está pagando las consecuencias de haber matado al campo. Tras muchos meses, años incluso, de avisos y advertencias de la crítica situación del sector, "maltratado por su propia tierra", finalmente agricultores y ganaderos de toda Europa se han unido para gritar a una contra las políticas agrarias europeas.

Primero fue Países Bajos, luego Bélgica, Alemania. También Francia, Polonia y Rumanía. Y ahora se ha sumado España. Estos son, por ahora, los países que han presenciado cómo el sector primario se ha puesto poco a poco en pie de guerra por unas políticas "injustas" que 'ahogan' y llevan al 'suicidio' al sector. Y entre todos, están creando el "gran rugido" del campo.

Europa ha llevado al 'suicidio' a su propio campo, a base de "generar competencias desleales, firmar leyes sin sentido que se basan únicamente en la demagogia y construir un relato en el que el culpable de todos los males es el campo". Así se pronuncian fuentes del sector ante preguntas de este periódico sobre los motivos y los por qués de cómo el 'viejo continente' ha matado al sector primario. "Pero este es el resumen de una larga lista de motivos que explican el ahogo del campo europeo", añaden estas mismas fuentes.

Para entender por qué se ha llegado a este punto hay que tener claro un concepto: la Política Agraria Común, comúnmente conocida como la PAC. Esta PAC es una de las políticas principales que la Comisión Europea ostenta en exclusiva, siendo el principal instrumento regulador en el ámbito de la agricultura en toda la Unión Europea.

Lejos de su objetivo, que es, según la propia Comisión, "ofrecer un firme apoyo a agricultores y agricultoras tratando de proporcionarles un nivel de vida razonable", Europa ha terminado rompiendo el campo, como estos meses las calles europeas están viendo en primera persona.

Entonces, ¿cómo se ha producido ese progresivo "maltrato" al campo europeo? Como explican las citadas fuentes, los motivos se pueden resumir y agrupar en tres grandes razones. Por un lado, potenciando la "competencia desleal". Esto se traduce en que a los productos europeos, "a los que habría que apoyar en primer lugar por ser nuestra despensa", les ponen "todo tipo de trabas" para comerciarlizar sus productos mientras no paran de financiar el comercio con terceros, principalmente Marruecos, a los que no les exigen, "ni de lejos", las mismas condiciones para vender sus productos que a los locales.

Precisamente estas "leyes sin sentido" que les exigen a los europeos, y las ignoran en los terceros, son el segundo motivo que ha incendiado la guerra del campo contra Europa: prohibiciones de materiales, como los fitosanitarios, limitaciones en la producción en pro de la sostenibilidad, reducción del acceso al agua, cuotas, reducciones de ayudas, comisiones, precios inflados sin que nadie intervenga para evitar el ahogo... Son decenas las medidas que denuncian desde el sector como explicación a esta realidad.

Por último, el campo ha estallado por la construcción de un relato contra ellos, creado durante años, por parte de las instituciones europeas. Por ejemplo, sin ir más lejos, el propio Gobierno de España señaló como culpables de la inflación. "Si los mensajes que mandan son constantemente de señalamiento, la sociedad no confía en nosotros: para Europa, somos los que contaminamos, los que aumentamos los precios y los que desequilibramos la economía. Este mensaje lo repiten como un mantra y cala", cuentan otras fuentes del sector.

El campo español se suma al resto de Europa

Esta semana, Francia ha señalado a España como principal culpable de la situación del sector agrícola en el país, la misma que situación que se está viviendo en nuestro país y en el resto de países europeos. La situación, aparte de generar una fuerte crisis en el sector, ha generado también una gran confusión entre los profesionales del campo, porque no entienden "este señalamiento".

Pero los agricultores y ganaderos españoles 'han ignorado' los vetos, las revueltas y las culpabilizaciones y han decidido sumarse finalmente al resto de Europa para gritar todos unidos contra las políticas europeas.

Finalmente, tras meses de avisos, las principales organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han anunciado un calendario de movilizaciones en todo el país para pedir cambios en las "demagógicas e injustas" políticas de la Unión Europea, un plan de choque del Gobierno español y actuaciones de las comunidades autónomas frente a la crisis que vive el campo. Es una guerra más que anunciada y finalmente Europa grita, después de muchos años de avisos, contra la política agracia europea. 

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