Suzuki ha renovado el S-Cross con un cambio estético evidente para ofrecer un aspecto más actual en un segmento en el que el diseño lo es todo. Con el 2008 ya asentado en esta segunda generación en el mercado y un notable éxito de ventas basado en su atractiva estética y su exclusivo salpicadero i-Cockpit, Suzuki relanza un modelo que ha gozado hasta ahora de un buen nivel de ventas en nuestro mercado.
Resulta evidente a simple vista el salto cualitativo del S-Cross, ganando mucho en presencia con un nuevo frontal en el que cobra protagonismo la gran parrilla en acabado negro brillante atravesada horizontalmente por una moldura cromada que desemboca en los grandes grupos ópticos, nuevos también, con tecnología Led. En la vista lateral refuerza su imagen con unos pasos de rueda con unas formas más marcadas.
Por dentro también evoluciona con un nuevo salpicadero más cuidado y que en este acabado S3 adopta una pantalla táctil central de 9 pulgadas con un diseño de gráficos no especialmente moderno pero de manejo muy intuitivo. En este sentido, aunque más actual y agradable a la vista, sigue un paso por detrás del 2008, cuyo cuadro de instrumentos tridimensional y su pequeño volante por debajo de él marcan una enorme personalidad a sus mandos.
No son determinantes las diferencias en cuanto a habitabilidad, con suficiente espacio para que cuatro adultos viajen muy holgados, aunque ligeramente favorable para el S-Cross con algún centímetro más para las piernas. También los maleteros son muy similares en cuanto a volumen, 430 litros y formas algo más aprovechables en el Suzuki.
Pero donde más diferentes resultan es en su conducción, tanto por chasis y suspensiones como por las respuestas de los motores. Pequeña ventaja en este sentido para el S-Cross en el día a día al contar con un sistema de microhibridación ya con tecnología de 48V que le permite disfrutar de las ventajas de la etiqueta ECO y de unos consumos en ciudad a baja velocidad algo más ajustados. Es algo más suave además en su funcionamiento que el motor tricilíndrico del 2008, y con el cambio automático ofrece un mayor agrado acompañado por unos consumos ligeramente por encima de los 6 l/100 km.
En esa faceta urbana, el 2008 se siente muy cómodo, gracias en parte al pequeño volante que hace muy agradable su conducción entre el tráfico, más ágil que el SUV japonés. El motor de tres cilindros consume poco, pero sin el apoyo de un sistema eléctrico está en cifras algo por encima del Vitara, en tornos a los 6,6 l/100 km. Su menor cilindrada lo compensa en parte, pero su funcionamiento no es tan agradable como el S-Cross y su bajo régimen transmite ligeras vibraciones que, a medida que subimos de vueltas y ganamos velocidad, tienden a ir desapareciendo.
Dejamos atrás la ciudad y salimos a carretera, donde sus motores de 130 CV dan además mucho de sí. Aquí el apoyo del sistema eléctrico de 48V del S-Cross pasa casi desapercibido y el rendimiento se iguala en gran medida. Este aprovecha mejor su bajo y medio régimen y el 2008 busca siempre girar un poco más alto de vueltas, pero el resultado en cuanto a prestaciones sobre el asfalto es muy similar, aunque en el 2008 gracias a las 8 velocidades de su caja automática siempre encuentra una relación de cambio más adecuada.
Con ambos mantienes cruceros de 130-140 km/h de marcador con facilidad, el motor de cuatro cilindros y mayor cilindrada del Suzuki se hace valer cuando de recuperar el ritmo se trata, aunque también sus consumos resultan algo más elevados. Tratando de mantener esas velocidades, el S-Cross se mueve en unos 7,9 l/100 km mientras que el 2008 baja ligeramente de esas cifra y se queda en poco más de 7,5 l/100 km.
Diferentes también en la dinámica de conducción que marcan sus respectivos bastidores. El nuevo S-Cross mantiene un comportamiento sobre el asfalto similar al anterior, marcado por sus fáciles reacciones y su agradable y confortable rodar en el paso de los kilómetros. Se siente firme sobre la carretera, quizás con un mejor equilibrio entre confort de rodadura y apoyo en curva, aunque a la hora de ir rápidos entre ellas el 2008 se siente más ágil y transmite más confianza por parte de la dirección, que se siente más precisa y con mejor información de cómo pisa en el asfalto facilitando sobre todo los cambios de trayectoria.
En cualquier caso, son modelos con los que cubrir kilómetros resulta agradable, con algo menos de ruido en el interior del 2008 y unas suspensiones algo más confortables en el S-Cross. Destaca el S-Cross por su tracción total, elemento no disponible en el 2008, siempre interesante de cara a una conducción más eficiente y segura en condiciones de lluvia o nieve y que además permite más radio de acción fuera del asfalto al poder bloquear al 50/50 entre los dos ejes para asegurar suficiente motricidad sobre terrenos poco adherentes o en fuertes pendientes.
Fichas técnicas:
VERSIÓN S-Cross 1.4T Mild Hybrid 4x4 Aut. S3
MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo + eléctrico de 14 CV; CILINDRADA 1.373 cm3; BATERÍA 0,38 kWh; POTENCIA CONJUNTA 129 CV; PAR MÁXIMO 235 Nm; VELOCIDAD MÁXIMA 195 km/h; ACELERACIÓN 0-100 KM/H 10,2 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA xxx km; DIMENSIONES 4.300 / 1.785 / 1.585 mm; NEUMÁTICOS 215/55 R 17; PESO EN VACÍO 1.385 kg; MALETERO 430 l; PRECIO 32.850 €
VERSIÓN 2008 PureTech 130 GT EAT8
MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 1.199 cm3; POTENCIA MÁXIMA 130 CV a 5.500 rpm; PAR MÁXIMO 230 Nm a 1.750 rpm; VELOCIDAD MÁXIMA 198 km/h; ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,1 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,5 l/100 km; AUTONOMÍA xxx km; DIMENSIONES 4.300 / 1.770 / 1.530 mm; NEUMÁTICOS 215/60 R 17; PESO EN VACÍO 1.280 kg; MALETERO 434 l; PRECIO 28.850 €
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