Economía

Los concesionarios piden entrar en el PERTE para no poner en riesgo 70.000 empleos

La Comisión Europea dio la semana pasada luz verde al PERTE, un plan de ayudas al sector del automóvil español con una primera inyección de nada menos que 3.000 millones

La Comisión Europea dio la semana pasada luz verde al PERTE, un plan de ayudas al sector del automóvil español con una primera inyección de nada menos que 3.000 millones de euros. Está dirigido principalmente al vehículo eléctrico y todo su ecosistema, pero también a apoyar la transformación digital de las pymes de la distribución, un sector que emplea un volumen de trabajadores similar a los puestos de trabajo que genera la fabricación.

Po ello, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam) ha pedido que las ayudas del PERTE para el vehículo eléctrico lleguen también a estas pymes de distribución y no solo a los fabricantes, con el fin de no poner en riesgo en 2030 los 70.000 empleos del sector. Esos 3.000 millones de euros complementa las ayudas del plan MOVES III y para la movilidad sostenible puestas en marcha hasta llegar a los 4.300 millones de euros y que el Gobierno prevé que movilicen inversiones privadas por 19.714 millones en el trienio 2021-2023, durante el cual se generará una contribución al PIB de entre el 1% y el 1,7% y se crearán unos 142.000 empleos.

Al respecto, el temor de la patronal de los vendedores de automóviles es que el PERTE se haga a medida de determinados fabricantes, lo que sería un "error inasumible" no darse cuenta de que hay que ayudar a las empresas para que evolucionen hacia el cambio de la utilización del automóvil en los próximos años, que se basará en el pago por uso.

Para Raúl Palacios, presidente de Ganvam, tanto los vendedores como los talleres necesitan respaldo económico para poner en marcha un modelo de distribución capaz de responder a las expectativas del cliente digital y de evitar "grietas" por las que entren "plataformas tecnológicas extranjeras que, sin aportar valor, se queden con los beneficios de un sector caracterizado por la creación de empleo estable y de calidad".

Una posibilidad a la que ha definido como la "uberización" de los distribuidores de vehículos, de los que ha dicho que corren el peligro de convertirse en meros repartidores cuando lo que deben de hacer es reconvertirse en empresas de movilidad. En su opinión, la propuesta de valor para captar al cliente digital ya no será el modelo de coche, sino el software y los servicios por suscripción asociados a la movilidad conectada que cada empresario del sector sea capaz de desarrollar y entre los que ha destacado las reparaciones en remoto, los mantenimientos predictivos o el pago por uso, entre otros.

Según Palacios, al impulsar la transformación digital de las pymes de venta y posventa se conseguirá un "efecto arrastre" en todo el país y que llegue con "éxito" la movilidad eléctrica y conectada al usuario final. La patronal que preside ha puesto en marcha el proyecto Ganvam Nexo para que, a través de socios estratégicos, se facilite a las empresas del sector soluciones tecnológicas que les permitan desenvolverse en el entorno digital, como puede ser la automatización de los procesos.

Plan de incentivos para usados

Otra de las reclamaciones que ha hecho Palacios ha sido la implantación de un entorno jurídico y reglamentario acorde a la era digital que permita el acceso abierto de vendedores y talleres a los datos que genera el coche conectado con el fin de garantizar la libre competencia y proteger el futuro de las pymes. Ganvam quiere que se limite el 20% el que los fabricantes puedan poner sus vehículos a la venta de forma directa. En España, ha recordado, no existe una normativa específica que regule los contratos de distribución de vehículos y se depende de una comunitaria que expira el próximo mes de mayo.

Sobre las ventas y la incertidumbre tecnológica a la hora de comprar un vehículo, Palacios ha pedido un plan de incentivos para el usado de hasta cinco años para evitar que grandes capas de la población no puedan acceder a los vehículos de última generación y se renueve el anticuado parque automovilístico español.

En este panorama de incertidumbre el coche usado va a ser muy rentable (este año ya se han alcanzado casi los dos millones, sólo un 5% por debajo de 2019, y va a generar un nuevo mercado que abre nuevas posibilidades de negocio. Entretanto, el mercado total de turismos nuevo está un 30% por debajo de 2019 en matriculaciones y será un "reto" acabar el ejercicio con 850.000 unidades, ha advertido mientras que "nadie hace nada, con lo que supone". Y por lo que a los eléctricos e híbridos enchufables se refiere, de los que se han vendido 80.000 unidades, un 35% más, lo achaca más que al apoyo de las administraciones a que son de los únicos que hay stock.

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