Pedro Luis Uriarte lleva casi cincuenta años de su vida dedicados a su carrera profesional. Ha trabajado para el el sector industrial y financiero (donde llegó a ser consejero delegado y vicepresidente del BBVA). Además, ha sido profesor universitario en la Universidad Comercial de Deusto, en materias relacionadas con la transformación de la empresa y la gestión avanzada, durante siete años.
Entre 1980 y 1984 desempeñó el cargo de consejero de Economía y Hacienda en el primer Gobierno vasco, surgido tras la promulgación del Estatuto de Autonomía. Además de contribuir a establecer las bases operativas de la nueva administración vasca, fue el Presidente de la Comisión Negociadora vasca que permitió la recuperación del Concierto Económico para Bizkaia y Gipuzkoa y la actualización del de Araba.
Se define como un "tipo con suerte" y considera que hay "muchas personas que lo aprecian". En 2005 fue reconocido con la Medalla de Oro de Gipuzkoa, por los méritos contraídos en la recuperación del Concierto Económico y en 2009, la Cámara de Comercio de Bilbao le designó “Cónsul de Bilbao".
¿Qué opina sobre las críticas que se han desatado tras la modificación de las leyes del Cupo y el Concierto?
Que son exageradas, desenfocadas y, en algún caso, un auténtico despropósito, por no hablar de calumnia.
¿No cree que con el momento que se está viviendo España (con Cataluña) este movimiento del PP es más un acto de unión que para crear conflicto?
En este peculiar momento político que está viviendo España, es cierto que el Gobierno ha tenido la sensibilidad suficiente para cerrar, aunque fuera con seis años de retraso, la Ley Quinquenal de Cupo que tendría que haberse aprobado en el año 2011.
Quizá haya valorado, para tomar esa decisión, el hecho de que Euskadi está disfrutando de un periodo de estabilidad política, social e institucional extremadamente positivo, tras la desaparición de ETA, que se compara muy favorablemente con el que se observa en otras Comunidades Autónomas.
Hoy -no lo ha sido durante muchos años- el País Vasco es un ejemplo de estabilidad y de paz, una balsa de aceite, que puede servir de referencia.
¿Qué opina de la postura de Ciudadanos?
Creo que su postura responde exclusivamente a intereses políticos y electorales. Porque no es cierto, en primer lugar, que haya sido el primer partido que se ha opuesto al Cupo. Lo hizo ya en su momento, y estoy hablando de 1981, Coalición Democrática, el partido que luego se reconvirtió en Alianza Popular, en la cual tuvo su origen más tarde el Partido Popular.
Los argumentos de Coalición Democrática se parecen a los actuales de Ciudadanos como una gota de agua a otra
Por cierto, los argumentos de aquella Coalición se parecen a los actuales de Ciudadanos como una gota de agua a otra. También se ha opuesto a lo largo del tiempo al Concierto y al Cupo, con idénticos argumentos que Ciudadanos, UPyD, un partido muy agresivo ya desaparecido.
Aunque no ha sido el primer partido que se ha opuesto al Cupo, Ciudadanos ha visto que en el clima emocional que se ha creado en España tras la agravación del conflicto con Cataluña, existía una oportunidad de oro para aparecer como los "más duros de los duros" , no solo contra los independentistas catalanes, sino por extensión contra todas aquellas Comunidades Autónomas que “olieran” a nacionalismo.
Quizá con esta política pueda conseguir arañar algunos votos más en territorio español, pero a costa de correr el grave riesgo de desestabilizar, todavía más, la situación española, creando conflictos territoriales donde no deberían existir, tratando para ello de estirar lo que podíamos calificar como “chicle catalán”. Inaceptable.
Además, y eso es verdaderamente grave, atacando precisamente al vínculo más sólido que une al País Vasco con España, que como acabo de señalar, se ha mantenido durante los últimos 140 años.
¿Y cómo valora una posición similar, la de Bildu?
Por calificar suavemente la posición de esta coalición vasca, diría que es sorprendente, aunque solo sea por un hecho llamativo: en una cuestión absolutamente estratégica para el País Vasco, su posición política ha venido a coincidir, con su abstención, con un partido que en este tema ocupa posiciones de extrema derecha, lanzando viscerales ataques sobre un instrumento fundamental de autogobierno, el Concierto y el Cupo. Una vez más los extremos se tocan.
Entiendo mucho más la posición agresiva adoptada por Ciudadanos que la abstención de Bildu
Me consta además que Bildu defendió en el Congreso una posición no compartida por muchos de los que forman parte de esta coalición (según me han manifestado personalmente). Pero, sobre todo, cometió un error garrafal: confundir posiciones tácticas con planteamientos estratégicos.
En otras palabras, entiendo mucho más la posición agresiva adoptada por Ciudadanos que la abstención de Bildu.
El Cupo lleva mucho tiempo conviviendo en España, ¿Por qué cree que se ha desatado ahora tanta polémica? ¿Realmente lo ve como un trueque entre el gobierno y el PNV para aprobar los PGE?
Desde mi punto de vista, esto ha surgido ahora por razones coyunturales y una estratégica.
Hablando de las coyunturales, la primera es que el problema con Catalunya ha provocado en España una reacción emocional de fuerte rechazo al nacionalismo, y ese rechazo se ha extendido a todo lo que venga de Euskadi.
Otra razón es que Ciudadanos sólo tiene dos cargos en Euskadi, de entre los más de dos mil de esta Comunidad Autónoma. Por lo tanto, ni está aquí ni se le espera. No tiene nada que perder. Dar palos a los "pérfidos nacionalistas que están robando a la pobrecita España", da muchos votos "allende del Ebro". Finalmente, no hay que olvidar que tenemos elecciones en Catalunya el 21 de diciembre y también el ataque al Cupo da votos allí, porque los catalanes no lo tienen.
La última razón coyuntural tiene una base real: las Comunidades Autónomas de régimen común están en una situación financiera crítica. En conjunto, deben al Estado 216.380 millones de euros. Euskadi no debe nada y lo que se está planteando es algo así como que "si nosotros estamos mal, vosotros tenéis que estarlo también". No se plantea, por tanto, algo legítimo, querer estar tan bien como Euskadi, sino que Euskadi esté tan mal como las 15 Comunidades Autónomas de régimen común.
Y la razón que usted califica de “estratégica” ¿cuál es?
Quizá esté equivocado, pero intuyo que están confluyendo los intereses políticos de Ciudadanos con los de la facción del PSOE que encabeza Susana Díaz y los históricos de este partido, y con una corriente del PP orientada por FAES, apoyados por poderosos medios de comunicación con el propósito último de abordar una reforma constitucional en la que se recorten lo que se califican de "excesos autonómicos" (por ejemplo, en el campo de la educación), y se garantice la sacrosanta “igualdad” (y ahí tenemos "el grano" del Cupo).
Quiero ser optimista y pensar que todavía existen políticos con sentido de Estado en España y que, si finalmente se reforma la Constitución, se llegará a una solución equilibrada y satisfactoria para España, para lo que necesita en el siglo XXI. Y que en esa solución pueda encajar Euskadi.
Urkullu ha propuesto el Concierto como referencia para la nueva financiación autonómica. ¿Se podría replicar el modelo a todas las CC.AA.?
Yo vengo explicando desde el año 2015, aunque con muchísima menos autoridad que él, la misma posición que ahora ha puesto sobre la mesa el Lehendakari Urkullu.
Porque personalmente considero que el Concierto podría extenderse a todas las Comunidades Autónomas. No existen dificultades técnicas insalvables para ello, como lo demuestra el hecho de que Bizkaia y Gipuzkoa, que tienen una economía de un tamaño mayor y más compleja que la de algunas Comunidades Autónomas, pudieran implantarlo sin problemas relevantes el 1 de junio de 1981, tras cuarenta y tres años sin Concierto Económico por decisión del dictador Francisco Franco.
Entonces, ¿qué es lo que impide esa extensión?
Los problemas que existen para extender el Concierto a otras Comunidades Autónomas son hoy en día políticos, pues la posición mayoritaria de los partidos españoles es contraria a esa posibilidad. Pero esa postura es coyuntural y podría superarse, por supuesto, porque como sabe muy bien, la política es mudable por naturaleza.
Los problemas que existen para extender el Concierto a otras Comunidades Autónomas son hoy en día políticos
También existen problemas de otra naturaleza con la interpretación de la Disposición Adicional Primera de la Constitución que “ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales”. Habría que reinterpretar, por lo tanto, la Constitución para que el Concierto Económico, que es una de esos derechos históricos que “ampara y respeta” la misma, pudiera extenderse a otros territorios.
Creo que no son obstáculos insalvables y que de producirse esa extensión, se podrían ver generalizadamente las ventajas que ofrece el Concierto Económico.
¿Qué ventajas ve usted en ello?
En primer lugar, la concordancia entre el gasto público y el ingreso público. En estos momentos las Comunidades Autónomas de régimen común tienen un nivel de responsabilidad fiscal muy bajo. En otras palabras, quien recauda los impuestos es el Estado, con el precio político que eso supone, y en cambio, quien realiza el gasto son las Comunidades Autónomas. Esa discordancia entre los titulares del ingreso y del gasto público no existe en el Concierto Económico, pues la responsabilidad fiscal de los territorios vascos es total.
También se produciría una mayor concordancia entre el nivel de ingreso fiscal per cápita y el de gasto público per cápita. Parto del supuesto de que en el futuro modelo de financiación de las Comunidades Autónomas se establecerá algo parecido al “principio de ordinalidad”, por el cual una Comunidad Autónoma que figure en el ranking de ingreso fiscal per cápita no puede ocupar una posición inferior en el del gasto público per cápita. Y ello, porque los ciudadanos tiene que ver que los impuestos que pagan tiene una correlación directa con el gasto público del que disfrutan.
Y la solidaridad, ¿dónde queda?
Por supuesto, la extensión del Concierto económico a todas las Comunidades Autónomas requeriría un cambio radical en el modelo para hacer realidad la solidaridad entre todas las Comunidades Autónomas, las de mayor renta y las de menor. Una cuestión fundamental.
¿Usted que es vasco es partidario de que exista un modelo de solidaridad?
Por supuesto que sí, y eso lo digo con rotundidad. Hay que recordar que el deber de solidaridad está establecido en la Constitución. Por lo tanto hay que cumplirlo a rajatabla.
Pero sin embargo, el modelo que existe en estos momentos es muy malo, poco transparente y falto de control. No se sabe quién aporta a la solidaridad, ni cuánto aporta. Tampoco se sabe quién recibe recursos por esas transferencias para garantizar la solidaridad, ni cuánto recibe. Y finalmente, no se sabe a qué se están dedicando esos recursos.
“Solidaridad” no es igual a “donativo”. Donativo es lo que hacen las ONGs en su labor de apoyo a las personas más desfavorecidas
Todos esos defectos habría que corregirlos de inmediato. En primer lugar, dejando claro que “solidaridad” no es igual a “donativo”. Donativo es lo que hacen las ONGs en su labor de apoyo a las personas más desfavorecidas que existen en la Tierra. La solidaridad, sin embargo no es graciable, y significa y exige responsabilidad.
No puede ni debe ser perpetua. Tiene que ser transparente, se tiene que dimensionar adecuadamente y tiene que dirigirse a garantizar tres servicios públicos fundamentales: la educación, la sanidad y los servicios sociales.
Porque un niño que nazca en Almería, por elegir una provincia, tiene que tener los mismo derechos en esos tres campos que uno que nazca en Barcelona o en Madrid. Sin embargo, eso es obvio que no se ha producido.
En definitiva, un nuevo modelo para garantizar la solidaridad debería requerir, además de la dotación suficiente para garantizar estos tres derechos fundamentales (el de la educación, el de la sanidad y el del apoyo social), un control sobre el destino de estos recursos.
¿Tiene sentido que los ‘barones’ socialistas hayan sido tan críticos con el cupo? ¿Por qué es tan difícil hacer entender que no es un problema para el resto de autonomías?
Yo creo que no tiene sentido. Entre otras cosas porque el Cupo no solo hay que valorarlo desde la perspectiva técnica o legal, sino también desde otra más relevante, la del destino de los recursos que propicia.
Lo digo porque en una Comunidad Autónoma de mucha renta como es el País Vasco, como tantas veces se proclama, no se tiene en cuenta que los recursos que se obtienen del Concierto Económico van destinados, precisamente, a las personas de menos renta.
En País Vasco, 60.593 personas están cobrando la llamada “Renta de Garantía de Ingresos”, que les garantiza tener una vida digna
En la Euskadi de hoy, 60.593 personas están cobrando la llamada “Renta de Garantía de Ingresos” que les garantiza tener una vida digna. Con los recursos del Concierto se está ayudando a los 41.900 hogares que tienen a todos sus miembros en paro. Y finalmente, con esos recursos se está apoyando a las 200.000 personas que viven en el País Vasco y que están en riesgo de exclusión y de pobreza.
Si a esto se añade que una parte significativa de estos recursos están orientados a fortalecer la educación en la escuela pública vasca y/o a mejorar la sanidad pública de la que disfrutan los vascos y vascas, creo que convendrá conmigo que desde una perspectiva progresista, o si lo quiere usted, socialista, plantear aumentos gigantescos de Cupo significa en otras palabras hacer un daño directo y personal a todas esas personas, sin beneficio para el 94% de los españoles que padecen hoy los gravísimos defectos del sistema de financiación común.
Y eso se lo dice a usted una persona, a la que se califica como “padre del Concierto”… pero a la que perjudica el Concierto.
¿Usted se siente entonces perjudicado por el Concierto?¿En Euskadi se pagan muchos impuestos?
Me siento perjudicado desde un punto de vista cuantitativo, porque pago en el País Vasco más impuestos, muchos más, que los que pagaría si viviera en Madrid. Lo cual podría hacer perfectamente, pero no lo hago porque con esos mayores impuestos estoy cumpliendo con un elemental y necesario deber de solidaridad con los que tienen menos que yo, que son los más beneficiados por las políticas públicas de gasto que posibilita el Concierto.
Es una mentira absoluta escuchar que el País Vasco es un “paraíso fiscal”
Por lo tanto, no solamente es una estupidez, sino una mentira absoluta, y pido perdón por utilizar esos calificativos, el leer o escuchar que el País Vasco es un “paraíso fiscal”.
La presión fiscal en el País Vasco, tanto para personas de mayor renta como para las empresas, ha venido siendo sistemáticamente superior a la del Estado, y eso se lo dice una de las personas que está sufriendo esa mayor presión fiscal. Por lo tanto, como conozco perfectamente las declaraciones de renta y de patrimonio que hago y las comparo año tras año con las que haría en Madrid, eso se lo puedo certificar con absoluta seguridad.
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