La condonación de la deuda de Cataluña debilita la credibilidad crediticia de España. Este rescate no eleva la deuda del Reino de España ante los mercados financieros, como subrayó Nadia Calviño este viernes en la única declaración oficial del Gobierno, pero dificultará el cumplimiento del objetivo del déficit de 2024 y lanza un mensaje muy negativo a los mercados que puede tener consecuencias para la financiación de la deuda estatal. Esto sucede además en un escenario de tipos de interés altos y cuando quedan menos de dos meses para la vuelta de las reglas fiscales. Y en un momento en el que la Unión Europea intenta cerrar las nuevas reglas precisamente bajo la coordinación de la Presidencia española.
Preguntada el pasado viernes por cómo se va a articular la condonación de la deuda de Cataluña y su impacto en deuda y déficit en unas jornadas de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Calviño destacó que se trata de una "transferencia entre Administraciones con un impacto contable que no afecta a la posición del Reino de España en los mercados financieros". Subrayó que "las CCAA vienen arrastrando un enorme volumen de deuda financiera desde la crisis que dificulta el acceso al mercado", y entonces cargó contra el PP, ya que advirtió de que si no hubieran tenido que absorber 35.000 millones de la Sareb, que incrementan la deuda total en contabilidad nacional, la deuda habría quedado a su juicio por debajo del 110% el año pasado y en el 105% éste.
Una condonación de la deuda no afecta a la posición general, pero tiene consecuencias. Santiago Álvarez, profesor titular de Hacienda Pública y Sistema Fiscal Español en la Universidad de Oviedo, advierte de que que supone un "riesgo moral", que "debilita la credibilidad por no someterse a la disciplina del mercado".
Existe riesgo moral cuando un operador tiene una posición asimétrica y otro soporta los costes asociados a la falta de esfuerzo o responsabilidad, con lo que se desincentiva su esfuerzo y responsabilidad. El riesgo moral supone una distorsión que reduce la capacidad del mercado para asignar eficientemente el riesgo.
Más allá de este concepto económico, Álvarez apunta a que este riesgo moral también concurre en términos literales en una operación que "traspasa la deuda catalana a todos los españoles".
Un enjuague entre Administraciones que las reglas fiscales ahora suspendidas no permitían y que hay dudas de que quepa en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, recuerda este experto en financiación.
A la espera de ver cómo queda la foto final, la Ley de Estabilidad Presupuestaria estipula en su artículo 13 que sea cual sea el volumen de deuda, la Administración central no podrá superar el 44% del total, por el 13% para el conjunto de Comunidades Autónomas y el 3% de Corporaciones Locales.
Expertos consultados por Vozpópuli señalan que uno de los principales problemas de esta operación y que afectará de nuevo en la credibilidad de España en los mercados es que pone muy difícil cumplir con el déficit del 3% comprometido en 2024.
El déficit se está concentrando en la Administración General del Estado y la condonación ahonda el problema. El año que viene las comunidades no pagarán intereses y el Estado sí, con lo que sólo cabe que las autonomías acaben con superávit. La AIReF ha puesto esta condición para cumplir con el déficit de 2024, a la que ha añadido la supresión de las ayudas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania. Sin embargo, en el Plan Presupuestario que ha remitido el Gobierno a Bruselas se plantea que las comunidades van a tener un déficit del 0,1%.
A todo esto se añade que las CCAA van a recibir el año que viene cerca de 14.000 millones extra por los ingresos excepcionales en IRPF e IVA por la inflación en 2022.
Todo son incentivos para gastar cuando además se abre un periodo electoral en Cataluña.
En este sentido, Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea y uno de los mayores expertos en financiación autonómica, ha advertido de que la condonación de 15.000 millones de deuda a Cataluña "supone un desincentivo brutal para cumplir con las reglas de consolidación fiscal y controlar el gasto". En conversación con Vozpópuli este lunes ha apuntado que esta iniciativa "no es un buen principio para una reforma de la financiación autonómica" como la que el Gobierno en funciones pretende acometer si Sánchez es investido.
Cupo catalán
Y por si todo esto no fuera suficiente, los objetivos de estabilidad de los Presupuestos de 2024 no sólo se enfrentarán al poder de veto del Senado sino que los propios Junts y ERC deberían avalar unas cifras con superávit en el Congreso, lo que los expertos a los que ha consultado este periódico no ven verosímil.
El Gobierno prevé extender la condonación a otras comunidades, pero de entrada la fórmula se ha planteado para Cataluña. El acuerdo entre el PSOE y ERC dice que la financiación para Cataluña se decidirá bilateralmente y al margen de las demás CCAA.
José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid, alerta de que "nos encontramos ante un Cupo catalán encubierto".
Junts ya planteó en septiembre su exigencia de una cuota de solidaridad catalana y este lunes los grupos de Junts y ERC han registrado en el Parlamento catalán una ley de financiación singular, que plantea el traspaso de las competencias íntegras de la Agencia Tributaria de Cataluña por parte del Estado para recaudar todos los impuestos y fijar "una cuota de solidaridad entre Cataluña, como nación, y el Estado español, y establecer como base el principio de ordinalidad".
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