Economía

El consejo de Sacyr se libra de Moreno Carretero pero no del ruido de los tribunales

La compañía constructora ha acabado con una incómoda situación en su consejo de administración con el cese su miembro más crítico en un movimiento que, en cambio, podría incrementar el siempre molesto protagonismo de los tribunales.

Hace algo más de un año que Sacyr afronta una de las situaciones más incómodas para una compañía: una guerra entre accionistas. Y mucho más sí se trata de una empresa cotizada, dado que las tensiones tienen su correspondencia con el comportamiento de los títulos en el mercado. Este jueves, el consejo de la constructora decidió cortar por lo sano y frenó en seco el problema, con el cese del miembro que inició la batalla: José Moreno Carretero. Un obstáculo que se vence y otro que emerge: la elevada probabilidad de que la disputa se traslade desde el consejo hasta los tribunales, lo que no le ahorra precisamente estrés al precio de la acción.

De hecho, meter a los tribunales de por medio prendió la mecha definitiva. Hace unos días, Moreno Carretero interpuso una demanda contra Sacyr en un juzgado de lo Mercantil de Madrid al estimar que el consejo de la empresa atentaba contra la libertad de sus miembros al exigirle la previa comunicación de futuros movimientos accionariales que se articularan a través de instrumentos derivados.

Fue la culminación de una serie de actuaciones que incluyeron el registro de complementos en el orden del día de la junta, furibundos comunicados a la prensa, la firma en contra de algunos puntos del informe anual de retribuciones y un sinfín de continuas cartas dirigidas al consejo para que accediera a reconfigurar su composición para adaptarlo al esquema accionarial.

Paradójicamente, el fulminante cese de Moreno en el consejo de Sacyr y la posterior ratificación por parte de la junta de accionistas, que ha sido provocado (en parte) por la aparición de los tribunales, abre la puerta de par en par a la judicialización de la compañía. En primer lugar, porque entre los puntos aprobados por la junta que no figuraban en el orden del día se encuentra la puesta en marcha de una acción social de responsabilidad contra el consejero al considerar que ha podido perjudicar los intereses de la sociedad con las actuaciones citadas anteriormente.

Manrique no quiere ruido

Y en segundo lugar, porque lo más probable es que Moreno lleve ante la Justicia el episodio vivido este jueves en la junta de Sacyr. Ya adelantó algo el representante de su sociedad instrumental, Beta Asociados, durante su intervención en la asamblea de la compañía, al repasar que el cese se había producido sin posibilidad de alegaciones ni de respaldo jurídico, sin periodo de audiencia…

Y un comunicado de Beta Asociados distribuido a los medios tras la junta incluía la manida fórmula de reservarse emprender acciones legales ante lo que consideraba que había sido un "abuso de poder".

"No sé lo que va a hacer el señor Moreno; desde luego, lo ideal para la compañía sería que no hubiera ningún tipo de ruido judicial" reconocía un cansado Manuel Manrique al término de la junta. El presidente de la empresa ha sido el blanco de muchas de las críticas del ya ex consejero Moreno: el cambio estatutario para permitir a Manrique seguir como ejecutivo más allá de la edad de 65 años (que cumple el año que viene), la remuneración por la pertenencia al consejo de Repsol (que Moreno considera que debe ser percibida por Sacyr y no a título personal por sus representantes en el consejo de la petrolera)…

A vueltas con los derivados

La marcha de Moreno tampoco eliminará otra de las incómodas situaciones en las que se encuentra Sacyr y por la que Manrique admitió estar preocupado: la participación del ya ex consejero a través de derivados. Cincuenta millones de acciones, casi un 10% de la compañía, en productos que empiezan a vencer el próximo mes de noviembre.

"Manejamos informes que nos advierten de que si decidiera no ejecutarlos, el valor podría sufrir en Bolsa", señaló el presidente de la compañía. En su comunicado, Beta Asociados asegura que su intención es mantener su participación en Sacyr, que valora en algo más de un 16%. La constructora se remite a los registros de Iberclear y le atribuye poco más del 5%. La diferencia se sustancia en los célebres derivados. Que, igual que los tribunales, también hacen mucho ruido.

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