La espiral de los materiales de la construcción empieza a dar síntomas de haber tocado techo, pero otra es la inercia que siguen las obras, que van por detrás, según precisan fuentes del mercado. Los constructores nacionales han tenido más dificultades para volcar sobre proyectos en marcha la súbita ola alcista de las materias primas y la energía, extremo que empezará a hacerse más notorio en los próximos meses.
En especial, en la obra no residencial, la más intensiva en los materiales que han acusado la suba de precios. Según cifras de la mayor consultora inmobiliaria del mundo, CBRE, los oferentes de obras en España están aplicando incrementos del 23-28% respecto a 2019 para capear tanto la inflación acumulada hasta ahora como la todavía latente incertidumbre respecto a los próximos doce meses.
Como referencia, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, productos como el hierro y el acero llegaron a encarecerse en España más de un 50% en tasa interanual tras la invasión rusa, si bien han tendido a moderarse en los últimos meses. En suma, un informe de julio de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's alertaba de un incremento promedio de los costes base de la construcción en nuestro país del 14% en lo que va de año, frente al 9% de la eurozona. En el ámbito de la obra pública y dentro de los últimos doce meses, el 15% de las licitaciones, equivalentes a un millar de iniciativas, han quedado desiertas ante el repentino quiebre en los márgenes.
En el caso de la construcción residencial, los presupuestos se están encareciendo entre seis y ocho puntos porcentuales, según CBRE, que se trasladarán al precio de la vivienda conforme se comercialicen las promociones afectadas. Las principales promotoras españolas han empezado a aplicar ya el alza en niveles del 5% al 10% sobre el precio final.
Capear la inflación y la incertidumbre
Tal es el vértigo que vive el sector en general que los constructores han acortado dramáticamente los tiempos de validez de sus ofertas: de los seis meses antes de la pandemia a entre diez y quince días actualmente, atendiendo a CBRE. Al mismo tiempo, los plazos de ejecución tienden a alargarse. La escasez de materiales del último año ha demorado el fin de los proyectos en una media de dos a tres meses.
En cuanto a las obras en estudio, los presupuestos están registrando subidas de entre un 10% y un 25% respecto a 2021 para cubrir posibles encarecimientos imprevistos de materiales. Desde una de las asociaciones del sector ahondan en negociaciones entre los distintos agentes para flexibilizar los contratos de los proyectos, con cláusulas 'antinflación' que palien el modelo generalizado de acuerdo a precio cerrado que impera en el mercado nacional.
Según la estimación de la mayor consultora inmobiliaria, será recién en 2025 cuando se habrán terminado de absorber la inflación en la construcción
Desde CBRE esperan en cualquier caso que la espiral alcista de los costes de los materiales empiece a revertirse en el segundo semestre, aunque de forma gradual. Según la estimación de la mayor consultora inmobiliaria, será recién en 2025 cuando se habrán terminado de absorber los sobrecostes actuales.
En lo que va de año, la construcción e inmobiliario acumulan un repunte de las insolvencias del 20% respecto a 2021, de acuerdo a la principal aseguradora de España, Crédito & Caución. En paralelo, la constitución de nuevas sociedades ha caído un 11%.
Por lo pronto, la escasez estructural de mano de obra en la construcción en España parece estar conteniendo el volumen de paro en el sector. El desempleo en el ladrillo sigue en niveles históricamente bajos, si bien en julio se registró un repunte de 976 personas.
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