España es cada vez menos aceitera, pero no por voluntad propia, sino a la fuerza. La fuerte crisis de precios que está afectando a todo Europa (y muy especialmente a España) lleva muchos meses pasando factura y la demanda del aceite de oliva ha caído un 60%... mientras que el consumo de su principal sustituto, el aceite de girasol, sólo ha aumentado un 8,2%. Es decir, el consumo general de este alimento ha caído significativamente, porque el desplome del de oliva no se ha visto recompensado por el aumento de otros tipos.
Así queda reflejado en el último informe de Circana, una empresa experta en análisis del comportamiento del consumidor. La corporación estadounidense, que surge de la unión de las filiales IRI y NPD, ha presentado su barómetro de consumo correspondiente al mes de octubre de 2023, un informe mensual que muestra la evolución de los principales indicadores del gran consumo en España.
En él queda constatado que el aceite de oliva continúa siendo el producto que más se ha encarecido en los supermercados, con una subida del 78,9% este octubre con respecto al mismo mes del año pasado. Esta fuerte subida de precios ha llevado a que la demada del oro líquido caiga un 59,7% mientras que la demanda del de girasol, el principal sustituto del aceite de oliva, sólo suba un 8,2%, todos los datos relacionados con los de 2022.
Este grave aumento del precio del aceite de oliva, aparte de provocar un descenso preocupante en el consumo, está llevando a un efecto colateral, como ya contamos en Vozpópuli. Se ha disparado el mercado ilegal de las mafias, que ya genera la mitad del total de los ingresos del sector. En este contexto económico, la 'mafia del aceite' está creciendo casi en la misma proporción que el precio del oro líquido. Según los datos de EUIPO, en Europa el mercado legal del aceite de oliva general 3.000 millones de euros y el ilegal 1.500 millones, exactamente la mitad.
Más allá del aceite, la alimentación cae un 0,5%
Si bien continuamos en un escenario inflacionista, con una cesta de la compra que "ya está costando 250-300 euros", la demanda general del mercado español ha mejorado ligeramente en el acumulado móvil del año y ha conseguido subir un 0,7%.
Hay, sin embargo, un dato que preocupa: el sector de la alimentación, precisamente el que más 'ahoga' a las familias, sigue registrando el mayor incremento en precios (+12 %) pero también la mayor caída en consumo (-0,5 %) respecto de 2022.
¿Dónde se ve entonces esa mejora de la demanda? Sorprendentemente, en el sector de la perfumería, que ha crecido un 10,8% este año. Fuera de esta área, sigue destacando el incremento de demanda en huevos (+12,3%) y se suma el incremento de +46,4 % de horchatas y el +35,3% que registran los helados.
Pese a la pequeña moderación de la inflación de este noviembre, el precio de la cesta de la compra es ya un 6,3% más elevado que hace un año. Además, en el mes de octubre se ha registrado se ha registrado un nuevo descenso en la confianza de los consumidores, con una bajada de 5,9 puntos respecto a septiembre, situándose en octubre en los 70,5 puntos. "A pesar de que el indicador se encuentra todavía lejos de llegar a los 100 puntos, a partir de los que se considera que la percepción de los consumidores es positiva, supera los 54,7 puntos que marcaba hace un año", desarrollan desde Circana.
Por último, por puntos de venta, los supermercados especialistas de perfumería e higiene y los grandes supermercados son los presentan mejor evolución en volumen, "con crecimientos positivos de 6,5% y 3,0% respectivamente". Por el contrario, los que peor comportamiento han tenido son los híper y súpers sequeños con caídas de demanda del 4,2% y 3,8%, según queda reflejado en el informe.
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