Desde que el Gobierno decretó el estado de alarma por la crisis del coronavirus un colectivo se ha visto mayormente afectado: los autónomos. Según los últimos datos, pertenecientes al mes de febrero, en España hay 3.257.896 trabajadores por cuenta propia.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez, ante la situación por la que atraviesa el país, aprobó el pasado miércoles una serie de medidas sociales y económicas entre las que figura la ayuda a los autónomos. Se trata de una prestación extraordinaria por cese de actividad que podrán solicitar aquellos cuya actividad se haya visto sometida a un parón total debido al estado de alarma, y los que hayan perdido un 75% de su facturación en el mes anterior a la solicitud de la prestación.
Guillermo Moreira, de 40 años, es autónomo desde hace seis años. Con anterioridad también lo era, pero en Francia. Cuenta a Vozpópuli que en su caso está viviendo esta situación “a doble cara” ya que tiene una clínica de fisioterapia y además colabora en un negocio familiar. Aunque el decreto de estado de alarma no especifica si los fisioterapeutas deben cesar su actividad, él ha decidido hacerlo: “De forma personal, como la mayoría de los fisioterapeutas, decidí cerrar por iniciativa propia con la idea de poner mi granito de arena, de no contagiar, de no ser contagiado y de paralizar lo máximo posible la pandemia que estamos viviendo”, explica.
Sobre las pérdidas que supone esta situación, Guillermo asegura que por el momento son difíciles de evaluar, pero en el caso de su clínica de fisioterapia rozarán el 100% debido al parón total de su actividad. Por otra parte, en su empleo en la panadería de su familia, cree que el estado de alarma provocará entre un 20 y un 30% menos de trabajo. Al tratarse del sector alimentario siguen abriendo, pero muchos de sus clientes son bares y restaurantes. "La cantidad ha bajado bastante", señala en referencia al volumen de producción.
Para Moreira, aunque las principales medidas que se deben tomar ahora son de ámbito sanitario, el Gobierno debería suprimir el pago de la tasa de autónomos para todos los trabajadores por cuenta propia.
Otro caso es el de Henar Rodríguez, de 30 años. Lleva dos años como autónomo y es músico y profesor. "Desde la semana pasada ya empezaron las cancelaciones", explica a este diario sobre los conciertos que tenía programados. Para él las actuaciones suponen la mitad de su sueldo. Por suerte, su trabajo como profesor de piano ha podido seguir desarrollándolo. "Este mes se ha mantenido al 100% porque he podido hacer actividades online", explica.
Henar no sabe si en abril seguirá teniendo el mismo número de alumnos dada la situación y tampoco si se llevará a cabo algún concierto. "Espero cobrar entre un tercio y la mitad de lo que vengo cobrando", baraja sobre los ingresos del próximo mes.
A Elena Diéguez (38 años), el estado de alarma la ha cogido en el peor momento posible. Ella es la propietaria de una tienda de ropa en Vigo. Unos días antes de que tuviese que cerrar su establecimiento comenzó la mudanza a otro local. "Soy autónoma, tengo una empleada, justo me estaba trasladando y tenía una obra por delante" cuenta a este diario.
Elena había empezado a vender a través de Internet, sin embargo, aunque estaba realizando envíos todos los días, decidió dejar de hacerlo para contribuir a frenar la epidemia. Ahora afronta las próximas semanas con incertidumbre, sin saber cuándo podrá volver a abrir las puertas de su tienda en la nueva ubicación.
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