Economía

Temor al 'cisne negro' en vivienda: se frenarán más de 4.700 millones en nuevas hipotecas

A raíz del coronavirus, distintas fuentes proyectan un freno sideral en las operaciones de compraventa de viviendas que podría golpear a un sector inmobiliario ya en fase de "ralentización"

El 'cisne negro' en el que se ha convertido el coronavirus también amenaza con golpear al sector inmobiliario, en especial, al de promoción de vivienda.

Las medidas de prevención de la pandemia ya han derivado en que el mayor evento público del sector, el SIMA, se postergue de mayo a noviembre. Sin embargo, y si bien desde las promotoras evitan pronunciarse sobre el impacto, el efecto está yendo mucho más allá.

Por un lado está la espera por la decisión de fondo que tome finalmente el Gobierno sobre los pagos de las hipotecas en marcha. La Comunidad de Madrid ha suspendido los desahucios hasta el 27 de marzo. En la misma dirección, aunque sin fecha límite, ha actuado el Ayuntamiento de Barcelona, que ha pedido al Ejecutivo central que los suspenda en todo el Estado. Unidas Podemos pide una moratoria de 18 meses, a la italiana, pero a ello se opone la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. La Asociación de Usuarios Financieros ha reclamado también que se sigan los pasos de Italia y se suspendan los pagos de hipotecas y alquileres de bancos y grandes tenedores para "frenar los impagos y los futuros problemas de desahucios" que pueda generar la crisis del coronavirus.   

Por otro lado, según apuntan distintas fuentes a Vozpópuli, las operaciones de compraventa de viviendas están ya acusando el varapalo, toda vez que la actual coyuntura lleva a un número creciente de potenciales compradores, sobre todo en Madrid, a posponer la decisión.

La compraventa ya cayó un 5,9% interanual en enero, mientras que el precio de la vivienda sufrió a finales de 2019 su primera caída trimestral (0,6%) desde 2015

El frenazo reflejado en cancelaciones de visitas de viviendas y operaciones de compraventa encuentra además al sector residencial en un momento de "estabilización" -para muchos incluso, de "ralentización"- tras el convulso 2019, en el que entró en vigor la nueva ley de crédito hipotecario e imperó la incertidumbre política y regulatoria sobre el sector.

Según el Consejo General del Notariado, la compraventa cayó un 5,9% interanual en enero, mientras que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, el precio de la vivienda sufrió a finales de 2019 su primera caída trimestral (0,6%) desde 2015.

Freno a la demanda 

El efecto del coronavirus en suma es ya suficiente para que varias fuentes alerten de un freno sideral en las operaciones de compraventa. Un reconocido portal inmobiliario digital transmite a este medio una caída media de al menos el 10% de su audiencia (mayor aún en Madrid y Vitoria) ya esta última semana, aún siendo la misma en la que se ha disparado el consumo de internet por el boom del teletrabajo.

"La compra de una vivienda deja de ser prioridad en estos momentos, y estaremos quizá dos meses sufriendo un parón importante cuyo impacto en el inmobiliario puede verse agravado por la situación que arrastra", dicen fuentes del sector. "Está claro que, a efectos del inmobilario, donde más va a impactar es en la compraventa de viviendas y no tanto, por ejemplo, en el alquiler. Las decisiones de compraventa se retrasarán probablemente entre unas semanas y dos meses".

Desde la Agencia Negociadora de Productos Bancarios proyectaban el viernes, tras analizar hasta entonces la evolución del mercado y su reacción a la pandemia, que se frenará la firma de hipotecas por valor de al menos 4.700 millones de euros entre abril y mayo. Para esos meses, se proyecta un máximo de formalizaciones por valor de 3.200 millones frente a los 7.900 millones del año pasado.

Proyectamos una caída de al menos el 60% de las hipotecas respecto al año pasado...y entendemos de hecho que, a día de hoy, es una proyección muy prudente"

"Al cabo del actual mes de marzo veremos también un impacto pero, a la luz de lo que ha pasado hasta ahora, entendemos que el impacto mayor se dará en abril y mayo. Proyectamos una caída de al menos el 60% de la firma de hipotecas respecto al año pasado y entendemos de hecho que, ahora, es una proyección muy prudente. Preferimos pecar de estimar a la baja", aseguran desde la Agencia Negociadora a este periódico tras conocer el decreto de estado de alarma rubricado este fin de semana por el Gobierno.

Desde la misma inciden en que la actual situación podría tener un impacto más marcado en el inmobiliario que en la banca por la situación que ya arrastra y por los plazos e inercia con los que trabaja. Al igual que otras fuentes, inciden en que podría darse un posterior rebote al alza, lo cual podría igualmente mutar en un cuello de botella para el mercado.

Paralelamente, otras fuentes avisan que, si bien una menor demanda podría traducirse en una corrección de los precios, consideran que este último extremo, dada la actual coyuntura del sector, no puede darse por hecho. 

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