Correos se está lanzando estos días al mercado para tener todos los EPIs necesarios en el momento en el que la totalidad de sus empleados estén incorporados a sus puestos. Si hace poco más de una semana decidió gastar unos 12 millones de euros en mascarillas, ahora la compañía de mensajería ha hecho pública una licitación de casi 3 millones de euros para comprar guantes y pantallas faciales.
En concreto, esta nueva licitación, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, está destinada a la adquisición de 15,5 millones de pares de guantes de nitrilo y de 50.000 pantallas faciales para la protección como consecuencia del coronavirus de los trabajadores del Grupo Correos. En total, la compañía ha presupuestado para esta partida 2,7 millones de euros y ha marcado como fecha límite para recibir ofertas el próximo miércoles 6 de mayo.
Se trata así de la segunda gran licitación para comprar EPIs que la compañía ha hecho desde que comenzó el estado de alarma por la crisis del coronavirus. Hasta ahora, y según los datos que aporta Correos, la empresa ha repartido 5,3 millones de guantes, cerca de 466.000 toallitas desinfectantes, 370.000 mascarilllas y 15.710 litros de gel hidroalcohólico entre sus profesionales. Además, ha instalado 5.117 mamparas protectoras en las oficinas de todo el país.
No obstante, ha sido la compra de los 12 millones de euros en mascarillas -aún pendiente de resolución- la que más ha sorprendido dentro y fuera de la compañía. No en vano, el Ministerio de Transportes prometió hace más de un mes 2 millones de mascarillas para Correos; una cifra que jamás ha llegado y por lo que la empresa se ha visto obligada a comprar por sí misma.
Los primeros en la 'desescalada'
Con un plan al margen del proceso de la 'desescalada' general, Correos inició el pasado martes su propio proyecto con la reincorporación del 50% de la plantilla con un horario de oficinas de 8.30 a 14.30 horas, de lunes a viernes, y espera iniciar la siguiente fase la próxima semana con el 100% de la plantilla y un horario de apertura hasta las 20.30 horas. La compañía, además, también está valorando recuperar el trabajo en sábado si no hay orden en contra del Gobierno.
Una decisión, la de que la plantilla se reincorpore en apenas dos semanas, que se ha encontrado con la protesta de los sindicatos de la compañía, que insisten en que la propuesta "se aleja radicalmente de la gradualidad y prudencia indicada por el Gobierno, se anticipa de forma escandalosa al fin del estado de alarma, el 9 de mayo". En este sentido, denuncian CCOO y UGT, el próximo 4 de mayo ya estará incorporada toda la plantilla a sus puestos.
Así, los representantes de los trabajadores han pedido a la empresa estos días que "se alinee con el Gobierno y no con la gran patronal para hacer una 'desescalada' prudente y gradual".
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