Correos ha contratado a la consultora KPMG para organizar el teletrabajo en la compañía, casi un año después del estallido de la pandemia. En concreto, la compañía pública de mensajería ha adjudicado a KPMG Abogados un contrato valorado en 30.250 euros (IVA incluido) para el asesoramiento en la implantación de este modo de trabajar.
El contrato, publicado este martes, se desarrollará hasta el próximo 30 de junio y, según explican desde Correos, servirá para poner en marcha esta fórmula "de la forma más efectiva".
Así las cosas, el contrato con la consultora llega diez meses después del confinamiento de marzo, que obligó a teletrabajar a muchos empleados de la empresa. "Correos desea adaptarse de la mejor forma posible a las nuevas fórmulas de trabajo, cuya implantación se ha visto acelerada por la situación de pandemia que vivimos desde hace un año", comentan desde la compañía.
En esta línea, la compañía pública insiste en que, desde el inicio de la pandemia, se pusieron en marcha diversos mecanismos entre los que figura que el personal especialmente sensible o de riesgo permanezca en su domicilio, aplicándose medidas de teletrabajo en aquellos casos que resulte "compatible con su actividad".
Una situación que, con la nevada histórica, se ha visto reforzada. "Igualmente, ante la situación climatológica de estos días, se han emitido indicaciones específicas para que en aquellos ámbitos territoriales y locales donde no se den las condiciones de movilidad y seguridad adecuadas para el desplazamiento a los centros de trabajo, el personal técnico administrativo haga uso del trabajo a distancia", apuntan fuentes de la empresa. Este personal técnico asciende a, en base a cifras aportadas por los sindicatos, cerca de unos 1.200 empleados en el centro directivo y otros 1.150 en las siete zonas territoriales.
Sin protocolo hasta ahora
Con todo, la compañía pública no ha aprobado hasta ahora un "protocolo interno claro" sobre el teletrabajo, según apuntan fuentes sindicales. De hecho, el pasado mes de septiembre CCOO y UGT solicitaron a Correos la apertura de las mesas de negociación para regular la materia. "Por su trascendencia, se tiene que abordar con rigor y seriedad incluyendo criterios de trasparencia y objetividad", reclamaban entonces.
En la misiva, los sindicatos mayoritarios denunciaban que Correos "no ha contado con las organizaciones sindicales ni con los profesionales de la casa" y ahondaban en su denuncia reclamando que la compañía había utilizado "la aplicación del teletrabajo como una fórmula para vaciar edificios y venderlos, para arreglar una cuenta de resultados pero también, y sin contarlo, para dejar a los trabajadores sin puesto de origen y que sean ellos los que asumen los costes de teletrabajar", aseguraban.
No obstante, la apertura de las mesas de negociación no se produjo y, siguen fuentes sindicales, el teletrabajo en Correos se ha aplicado hasta ahora "de forma esporádica y voluntaria". "No hay un criterio organizativo, es habitual que avisen a los empleados por teléfono el día anterior", insisten estas fuentes.
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