Hace poco más de un mes, el Banco de España advertía ya de las dificultades de los hogares para sobreponerse a la inflación y a las consecuencias económicas derivadas de la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas. Lo hacía a través de las proyecciones de primavera en las que señalaba explícitamente “el retraso en las decisiones de consumo e inversión de hogares y empresas” como una de las causas fundamentales de la reducción de las previsiones de crecimiento del PIB para el año en curso en nueve décimas.
Hace un par de semanas, el Instituto Nacional de Estadística confirmó con datos lo que se veía venir en el día a día de los ciudadanos: el PIB creció en el primer trimestre de este año solo un 0,3%, 1,9 puntos porcentuales menos que en el cuarto trimestre del año anterior. Ratificaba también que el gasto en consumo final de los hogares se había desplomado un 3,7% en relación con el trimestre anterior.
Han sido de nuevo las estadísticas del Banco de España las que han ratificado esta tendencia mediante la publicación de las nuevas operaciones de crédito al consumo firmadas en el primer trimestre de este año por las entidades financieras, que muestra una caída del 17,63% en relación con los datos de 2019 y de un 9,39% si la comparación se hace con el mismo periodo de 2020.
Las condiciones sanitarias vividas a comienzos del pasado año, con restricciones, cierres perimetrales en la mayor parte de las comunidades autónomas para evitar la propagación de la pandemia, así como toques de queda nocturnos o limitación del número de personas en reuniones sociales, hacen inútil cualquier parangón con el periodo enero-marzo de 2021. Pero sirva de referencia que, por todas las adversidades padecidas en el primer trimestre de 2021, el crédito al consumo concedido en esos tres primeros meses ha sido el más bajo de los últimos cinco años.
Atraso en la recuperación
Y es que la economía española ha vuelto a retrasar su puesta en hora con la situación pre-pandemia hasta el tercer o cuarto trimestre del próximo año. El Banco de España habla en sus nuevas previsiones macroeconómicas de una “recuperación lenta del consumo real” y del “recurso a la bolsa de ahorro” acumulada por lo hogares durante la pandemia, unos 80.000 millones de euros en total, para compensar, en términos de capacidad de compra, los efectos de una inflación que entre los meses de abril de 2022 y 2021 ha subido un 8,4%.
En los tres primeros meses de este año se han concedido 7.059 millones de euros en créditos para la compra de automóviles, muebles, televisores de alta gama, ordenadores…. una cantidad inferior a la otorgada en 2020 (7.791 millones), en 2019 (8.570 millones) y en 2018 (7.848 millones). Hay un detalle que llama mucho la atención de los datos pormenorizados que ofrece el Banco de España: por primera vez en muchos años, el volumen de los créditos al consumo firmado a un plazo superior a cinco años ha superado el 50% del total y se ha situado en el primer trimestre rozando el 52%.
Hace pocos años, el mayor volumen se concentraba en los créditos concedidos a entre 1 y 5 años de amortización, que representaron entre los años 2017 y 2019 en torno al 47% del total y el 38,54% en 2017. Los más perjudicados han sido los créditos a menos de un año de vencimiento, que ahora suponen apenas el 12,73% del total, cuando hace cinco años eran el 15%. Estos créditos, según la jerga bancaria, están destinados a satisfacer la compra de “caprichos” y suelen moverse en función de las circunstancias económicas familiares.
Por primera vez en muchos años, el volumen de los créditos al consumo firmado a un plazo superior a cinco años ha superado el 50% del total
Hace diez años, los créditos al consumo con vencimiento a más de cinco años eran apenas el 27,22% del total, mientras los más demandados tenían como plazo máximo de amortización un año: el 39,48%. En 2021 las cosas se han invertido y hoy los primeros, los a más largo plazo, eran el 49,65% y los más cortoplacistas, el 12,79%.
Y es que las circunstancias han cambiado mucho. La pandemia y la invasión de Ucrania han puesto el epígrafe “confianza e incertidumbre” en el segundo lugar de las preocupaciones del Banco de España en sus últimas previsiones, sólo una décima de punto por detrás de los efectos de la inflación. Los precios restarán 0,7 puntos al crecimiento del PIB y la confianza, 0,6 puntos.
Criterios de concesión
La última Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Banco de España, de abril pasado, adelanta que “las entidades financieras prevén que los criterios de concesión de se endurezcan ligeramente en este segmento (de los créditos al consumo), y anticipan un leve descenso de la demanda”.
Las amenazas sobre el futuro de la política monetaria en la Eurozona han endurecido también las condiciones de los créditos. Ahora se rechazan más peticiones que antes y los tipos de interés han aumentado. Mientras en noviembre del pasado año el tipo medio ponderado TEDR estaba en el 5,69%, en marzo pasado costaba un 6,55%. Si la comparación se realiza en tasa anual equivalente (TAE), en noviembre se cobraba un 6,87% y ahora, un 7,57%.
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