Economía

Montoro lo tiene claro: hará los Presupuestos de 2017 a contrarreloj si el PP consigue gobernar

Tendría que acelerar la tramitación para que la norma llegue a las Cortes antes del 1 de octubre, como marca la Constitución

La prórroga del Presupuesto de 2016 no es una opción para el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. Está convencido de que España necesita unas cuentas nuevas para 2017 y hará todo lo que esté en su mano para conseguirlo si el Partido Popular gobierna tras las elecciones del 26 de junio. El ministro pisará el acelerador en la tramitación para aprobar rápidamente el techo de gasto una vez que se constituyan las Cortes en julio, elaborará el Presupuesto durante el verano y lo llevará al Congreso antes de que empiece el último trimestre del año, como dice la Constitución.

Públicamente Montoro niega que esté trabajando ya en el límite de gasto del año que viene, el primer paso necesario para elaborar las cuentas de 2017. “Un Gobierno en funciones no puede hacer un Presupuesto”, sostiene, aunque no oculta que si se forma gobierno rápidamente tras las elecciones, hay tiempo para hacerlo. Sin embargo, a Vozpópuli le consta que Hacienda ya está manteniendo contactos con los otros Ministerios para ir avanzando y facilitar el trabajo tras los comicios.

Tradicionalmente, el Gobierno da el pistoletazo de salida a las cuentas en el mes de junio con la aprobación del límite de gasto en el Consejo de Ministros y su tramitación en las Cortes. Durante los meses de verano elabora el Presupuesto y uno de los últimos días del mes de septiembre –casi siempre el mismo día 30--, lo lleva al Parlamento. A partir de ahí, se empieza a tramitar en las Cortes hasta que generalmente se aprueba en el mes de diciembre para entrar en vigor el 1 de enero.

Montoro dice que hay tiempo para hacer un Presupuesto nuevo para 2017 a pesar de las elecciones

Este año, la repetición de las elecciones el 26 de junio dificulta el calendario, pero, según el propio Montoro, no impide la elaboración de las cuentas. Eso sí, siempre que no se repita lo sucedido tras el 20 de diciembre y se forme gobierno rápidamente. Y si el PP consigue mantenerse en La Moncloa, habrá cuentas sí o sí. Según el ministro, las prórrogas, como la de Cataluña, solo simbolizan inestabilidad y hay que evitar esos mensajes.

De hecho, el año pasado también se dio una situación peculiar y Montoro modificó los plazos para poder aprobar el Presupuesto de 2016. En este caso también tuvo que acelerar la tramitación para dejar todo el trabajo hecho antes de que se suspendieran las Cortes para las elecciones del 20 de diciembre. El ministro llevó las cuentas al Congreso en pleno mes de agosto y las dejó definitivamente aprobadas a mediados de octubre.

La supervisión de Bruselas

No es de extrañar que Montoro quiera hacer un Presupuesto nuevo, puesto que España tiene que cumplir nuevos objetivos de déficit. Tras el desfase de 2015, el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a dejar el saldo negativo en el 3,6% este año. Bruselas cree que, como mucho, lo podrá dejar en el 3,7% y siempre que tome medidas para conseguirlo. Además, la Comisión tiene pendiente resolver el tema de la multa por el desvío de 2015 y la posible sanción a España, algo que no hará hasta después de las elecciones.

El Gobierno sostiene que la buena marcha de la economía y la consolidación del ajuste de 2.000 millones que aprobó el pasado mes de abril en 2017 permitirán cumplir el objetivo fijado sin necesidad de hacer más ajustes. De hecho, el Partido Popular quiere bajar los impuestos si gana las elecciones porque cree, tal y como ha dicho muchas veces Montoro, que bajar impuestos es compatible con la consolidación fiscal.

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