La Ley 31/2022, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2023, señala en su artículo 35, sobre criterio para la revalorización de las pensiones, que las “abonadas por el sistema de la Seguridad Social, así como las de las Clases Pasivas del Estado, experimentarán en 2023 con carácter general un incremento porcentual igual al valor medio de las tasas de variación interanual expresadas en tanto por ciento del Índice de Precios de Consumo de los doce meses previos a diciembre de 2022, en los términos que se indican en los artículos correspondientes de esta ley”.
El Real Decreto 1058/2022, de 27 de diciembre, que se publicó en el Boletín Oficial del Estado al día siguiente, estableció una revalorización general de las pensiones y otras prestaciones abonadas por el sistema de la Seguridad Social, así como de Clases Pasivas del Estado, del 8,5%. Ha sido hasta el momento la primera vinculación de la subida de las pensiones al IPC.
Este martes, el Instituto Nacional de Estadística publicó el dato adelantado del Índice de Precios de Consumo correspondiente al mes de mayo, que sitúa la variación anual de la inflación en el 3,2%, nueve décimas por debajo de la registrada en abril. El INE justifica esta bajada por el descenso de los precios de los carburantes y, en menor medida, a la moderación de los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas en relación con el mismo mes del pasado año.
Con este dato, que el propio INE tendrá que confirmar de forma definitiva el próximo 13 de junio, se puede establecer que la inflación media entre los meses de diciembre de 2022 y mayo de 2023 ha sido del 4,7%, basándose en los criterios que hay que aplicar para la revalorización de las pensiones siguiendo las directrices de 2023.
Los meses de diciembre de 2022 y los de enero y febrero del año en curso registraron unas variaciones de precios bastante elevadas (5,7%, 5,9% y 6%, respectivamente), que han sido compensadas, solo en parte, con la moderación que ha empezado a notarse desde el mes de marzo, con cifras como el 3,3% de ese mismo mes o el 3,2% de mayo. Si extendiéramos las estadísticas a los últimos doce meses (de junio de 2022 a mayo de este año), la media de las inflaciones mensuales alcanzaría el 6,89%, toda vez que en el verano pasado los precios se desbocaron, con incrementos por encima del 10% en tasa interanual.
Faltan todavía otros seis meses para conocer exactamente cuál será la subida de las pensiones, siempre y cuando el Gobierno que salga de las elecciones generales del próximo 23 de julio decida mantener en pie la reforma impulsada por Pedro Sánchez y sus socios de Gobierno, y refrendada por Congreso y Senado en diciembre de 2021.
El gasto en pensiones es el más elevado dentro de los Presupuestos Generales del Estado. Para el presente ejercicio están contabilizados 190.687 millones de euros, un 11,4% más que en 2022, como consecuencia del crecimiento vegetativo del número de jubilados (en torno a los 90.000 anuales) y, por supuesto, de la vinculación de la subida al IPC.
La factura de las pensiones
Las pensiones contributivas absorben el 87% del gasto total, con 166.777 millones de euros. Son 38.000 millones de euros más que cuando Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno a través de una moción de censura contra Mariano Rajoy, en la primavera de 2018.
El dato adelantado del mes de mayo es una buena señal de que la inflación empieza a ceder algo tras las medidas adoptadas desde el punto de vista de política monetaria. Pero no hay nada definitivo. En diciembre del pasado año, cuando el IPC bajó del 6,8% al 5,7%, después de otros cuatro descensos consecutivos desde el 10,8% con el que se había llegado en julio, se dio casi por vencida la batalla. Pero no fue así. Hubo nuevos repuntes en los dos meses siguientes y lo hubo también en el mes de abril.
Si la moderación de los precios se mantuviera en el entorno del 3% durante los próximos seis meses hasta acabar el mes de noviembre, la revalorización de las pensiones se limitaría al 3,8%, aunque aventurar estos datos es más un ejercicio de prestidigitación que de matemáticas. Si se mantuviera hasta noviembre un 3,2% de inflación estos próximos meses, la subida llegaría al 3,95%.
La última nómina mensual de las pensiones correspondiente al mes de mayo se ha situado en 11.974 millones de euros, casi 1.200 millones más que hace un año. Todo apunta a que en el mes de agosto se superará la barrera de los 12.000 millones. En el año 2018 estaba en 9.300 millones. Si el nuevo Ejecutivo mantuviera la vinculación de la subida de las pensiones a la variación del IPC, la nómina del próximo mes de enero podría situarse entre los 12.500 y los 12.700 millones.
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