La joven marca Cupra sigue conquistando nuevos clientes y en 2022, en un ejercicio en el que el mercado global de matriculaciones descendió más de un 5%, incrementó sus ventas en España un 22%. Alcanzó la cifra de 13.476 vehículos matriculados, con lo que vuelve a batir un nuevo récord.
Seat ha destacado la buena evolución de su segunda marca este pasado año, que se explica en gran parte por el éxito del modelo Formentor, el primero desarrollado en exclusiva por la marca, que vendió 11.621 unidades.
Por su parte, el Born, el primer coche cien por cien eléctrico de la firma deportiva, es ya el segundo más matriculado, con un total de 767 unidades. Del Ateca se matricularon 324 unidades mientras que del Cupra León fueron un total de 764 unidades, un modelo este último que sin duda verá este año aumentadas sus ventas con la llegada de la versión más accesible de la marca, un León eTSi que está ya disponible por debajo de la barrera de los 30.000 euros.
Pero Seat sigue apostando por convertir a Cupra en una marca completamente electrificada en 2030, un camino que le llevará en 2024 al lanzamiento de los modelos Terramar y Tavascan, este último será el primer SUV cien por cien eléctrico.
Y en 2025 se producirá por fin el esperado coche eléctrico urbano que se ensamblará en Martorell (Barcelona), y que será para Seat el comienzo de una nueva etapa en la que sus modelos pequeños eléctricos permitirán asegurar el futuro de una fábrica que ha estado pendiente de esta asignación para darle continuidad.
Etiqueta ECO para el Cupra más accesible
Y para seguir creciendo a corto plazo y tratar este mismo año de superar las cifras de 2022, Cupra pone ahora en el mercado su modelo más accesible, un León eTSi de 150 CV que, además, destaca por su tecnología micro híbrida y su etiqueta ECO.
Y es que uno de cada tres coches nuevos vendidos en España tiene ya etiqueta ECO, un requisito casi obligado para poder evitar las restricciones de circulación que imponen ya las nueva normativa de Zonas de Bajas Emisiones en localidades de más de 50.000 habitantes. Es, por tanto, el primer Cupra con etiqueta ECO, un León que a pesar de ser el más accesible de la marca –su precio se queda justo por debajo de los 30.000 euros– mantiene la esencia deportiva que define a Cupra en cada uno de sus modelos.
El motor es el bloque de cuatro cilindros TSI de 1,5 litros con sistema micro híbrido mediante un pequeño motor eléctrico que contribuye a una finura mecánica sin duda brillante a baja velocidad apoyado también en el cambio automático DSG de siete velocidades que le hace especialmente agradable en conducción urbana, donde podrá moverse sin restricciones algunas.
Una pequeña toma de contacto con este Cupra de etiqueta ECO nos ha permitido reconocer a sus mandos el mismo ADN deportivo del resto de versiones, con una puesta a punto de las suspensiones y de la dirección suficientemente firme para disfrutar de un tacto muy preciso en curva pero manteniendo un cierto compromiso con un rodar confortable. No es tan exageradamente firme como versiones más potentes, pero sin duda transmite una sensación de agilidad y viveza propia de la marca.
De las pocas diferencias a nivel de equipamiento en este León eTSI de acceso a la gama es que no cuenta con el modo de conducción CUPRA que sí está disponible en las versiones más potentes. Sí cuenta, aunque en opción, con la suspensión de dureza variable DCC.
Un equipamiento de serie en el que no faltan elementos como los faros Full LED e intermitentes dinámicos, el difusor trasero en el color de la carrocería con embellecedores de escape en color Dark Aluminium o las llantas de aleación Sport Black & Silver de 18 pulgadas entre otros.
El motor de 150 CV ofrece unas prestaciones suficientes para moverse con agilidad en cualquier circunstancia y el cambio automático DSG funciona con suavidad y rapidez. En esta primera toma de contacto el consumo de este motor micro híbrido da la sensación de ser muy moderado, y es fácil situarlo por debajo de los 7 l/100 km en una conducción a ritmos ligeramente por encima de los 120-130 km/h.
Y en ciudad, en el corto recorrido realizado y practicando una conducción eficiente el ordenador de a bordo indicaba una media de poco más de seis litros, un consumo sin duda ajustado para un compacto deportivo de gasolina y con 150 CV.
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