Economía

El declive del autoempleo: el número de autónomos cae al nivel más bajo desde 2008

Entre los años 1993 y 1997, los trabajadores por cuenta propia representaban el 19% de todos los afiliados a la Seguridad Social; en los últimos meses, apenas superan el 15,3%

En España, a cierre del pasado mes de febrero, había trabajando 3.169.488 autónomos y 16.242.317 empleados en el régimen general. Además, estaban activos en el mercado laboral 670.628 inscritos en el sistema especial agrario; 369.737 empleados de hogar; 166.719 adscritos al sistema especial de trabajadores agrarios; 46.064, en el régimen especial del mar por cuenta ajena; 12.510, en el régimen especial del mar por cuenta propia, y 897, en el régimen especial de minería del carbón. En total, 20.678.360 afiliados a la Seguridad Social

Con los datos del Ministerio de Seguridad Social y Migraciones se observa que los trabajadores autónomos representan el 15,32% de total de ocupados, en línea con las cifras de finales del pasado ejercicio. Sin embargo, con los datos históricos que comienzan en enero de 1985, hace casi cuarenta años, se aprecia que los autónomos han perdido peso específico en el conjunto del mercado laboral español, especialmente en los últimos cuatro ejercicios.

Entre los años 1986 y 1988, durante la segunda legislatura de Felipe González, los autónomos suponían más del 18% de los afiliados a la Seguridad Social. En 1987, precisamente, se dio el porcentaje más alto de trabajadores por cuenta propia: el 18,69% del total. Casi uno de cada cinco trabajadores españoles eran autónomos en esos años.

La historia se volvió a repetir entre los años 1993 y 1997, con porcentajes que variaron entre el 18,14% del primero y el 18,67% de 1995. A partir del año 2014, con las crisis económica derivada de la deuda soberana de algunos países de la Eurozona, entre ellos España, se ha producido un lento declinar de la vocación del autoempleo. No es que el número de trabajadores autónomos haya disminuido, sino que representan una proporción inferior del conjunto de los trabajadores. Los jóvenes prefieren trabajar en una empresa a sueldo que crear su propia negocio. 

Una encuesta realizada por la Comisión Europea mostraba en 2023 que los jóvenes españoles eran los menos inclinados, entre los veintisiete estados miembros, a montar su propia empresa. Según las conclusiones de este estudio realizado entre 26.000 jóvenes europeos de entre 15 y 30 años, apenas un 20% de los españoles se mostró partidario de ser trabajador autónomo, cuando la media de la Unión Europea se situó en el 39%. Las tres cuartas partes de los jóvenes españoles encuestados aseguraron que, si pudieran elegir, se decantarían por estar a sueldo en una empresa. En países como Chipre, Portugal, Croacia, Lituania, Grecia o Hungría más de la mitad de los entrevistados se decantó por el autoempleo.

La incertidumbre y la aversión al riesgo, cada vez más presente en las generaciones más jóvenes, son los principales inconvenientes a la hora de decidirse por emprender una aventura en solitario. Desde las asociaciones de trabajadores autónomos se pone de relieve el hecho de que las jornadas laborales pueden hacerse interminables, la total dependencia de los clientes y, por tanto, de la inestabilidad del trabajo, de las mayores dificultades para acreditar la situación y acceder a una prestación por desempleo en caso de fracasar... 

La realidad en España es que, en febrero de este año, había el mismo número de trabajadores autónomos en términos absolutos que en marzo de 2008: poco más de 3,169 millones. En estos últimos 16 años, el número de ocupados ha crecido en un 7,5% y el de asalariados, en un 10,3%.

No es la cifra máxima de autónomos registrada hasta la fecha en nuestro país. Se dio en mayo de 2008, con 3.172.555 trabajadores por cuenta propia, que llegaron a representar entones el 16,36% del total de ocupados, toda vez que, en esa fecha, había 19,384 millones de afiliados a la Seguridad Social, en lugar de los 20,678 millones actuales.

Más asalariados, menos autónomos

¿Qué ha pasado? Pues que, básicamente, el considerable aumento que se ha producido en el número de afiliados a la Seguridad Social en los últimos cuarenta años se ha concentrado en los trabajadores asalariados, ya pertenezcan al sector privado o al público. En enero de 1985, había en España 10,45 millones de ocupados; hasta febrero pasado han aumentado en otros 10,22 millones, un 97,74%, casi el doble. 

Pero no ha sido un crecimiento homogéneo: en los trabajadores afiliados al régimen general (asalariados), el incremento ha sido de 9,88 millones (+155,3%) y en el de autónomos, de 1,32 millones, el 71,82%. Si la comparación se realiza en lo que va transcurrido del siglo XXI, la proporción se mantiene. Los afiliados al régimen general son un 44,47% más y los autónomos, un 22,68% más.

El incremento del número de trabajadores autónomos y de su importancia en el mercado laboral español tienen que ver mucho con la evolución de la tasa de paro. Entre los años 1993 y 1996, el porcentaje de autoempleados en relación con el número total de afiliados a la Seguridad Social se mantuvo siempre por encima del 18%, coincidiendo con una tasa de paro, según la EPA, que superó en ese periodo el 20% y llegó a situarse en el 22,2%, en 1994. Entre 2011 y 2015 (los años más recientes en los que la tasa de autónomos estuvo por encima del 17%) el paro osciló entre 21,1% y un máximo (histórico, en este caso) del 26,94% en el primer trimestre de 2013.

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