El déficit comercial de España se multiplicó por seis en el primer semestre del año, hasta los 31.963 millones de euros frente a los 5.397 millones del mismo periodo de 2021, debido principalmente al encarecimiento de los productos energéticos que importamos de otros países, fundamentalmente el gas y el petróleo.
Según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, las ventas de España al exterior alcanzaron los 190.919 millones hasta junio, un 25% más que el mismo semestre de 2021; mientras que las importaciones se dispararon hasta los 222.882 millones, un 41% más.
Este volumen de gasto en las importaciones es el más alto de la serie histórica. En el mismo periodo (enero-junio), la media de los últimos diez años se ha situado en torno a los 140.000 millones y no ha superado los 163.000 millones.
En concreto, las importaciones de productos no energéticos alcanzaron los 179.039 millones de euros, un 28% más que la cifra registrada en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, las importaciones de productos energéticos alcanzaron los 43.844 millones de euros, un 141% más que en el mismo periodo del año anterior.
Más gasto en gas y petróleo
Por subsectores, destacaron las mayores importaciones de petróleo y derivados principalmente de Estados Unidos, Nigeria y, en menor medida, Brasil y Argelia; gas sobre todo de Estados Unidos y, a gran distancia, Rusia, Argelia y Nigeria; hierro y acero de Francia, Italia, Alemania y Taiwán; y confección de Bangladesh, China y, a cierta distancia, Marruecos y Turquía.
Por países, en términos de contribución a la tasa de variación interanual de las importaciones totales (41%), las mayores contribuciones positivas correspondieron a Estados Unidos asociadas esencialmente a las mayores compras españolas de gas y, en menor medida, petróleo y derivados y medicamentos.
También destacan China principalmente por las mayores compras de equipos de telecomunicaciones y, con menor intensidad, aparatos eléctricos y otras manufacturas de consumo; Francia por el aumento de importaciones de carbón y electricidad, otros alimentos, y hierro y acero; y Nigeria de petróleo y derivados y, en menor grado, gas.
La tasa de cobertura se desploma
El fuerte repunte del déficit comercial como consecuencia del crecimiento del gasto en las importaciones provocó que la tasa de cobertura (el porcentaje de las exportaciones que pueden pagarse con las importaciones registradas durante el mismo periodo de tiempo) se situara en el 86%, es decir, 11 puntos porcentuales menos que la registrada en enero-junio de 2021. Habitualmente esta tasa se ha situado entre el 91% y 96%.
El saldo no energético arrojó un déficit de 6.069 millones de euros, frente al superávit de 4.700 millones de euros en el mismo periodo de 2021, mientras que el déficit energético aumentó hasta los 25.894 millones de euros (déficit de 10.098 millones en el mismo periodo del año anterior con datos provisionales).
"Las importaciones aumentaron en mayor medida debido al efecto de los productos energéticos, así como por la consolidación en la recuperación de la demanda interna. Además, el encarecimiento de los productos, motivado principalmente por el alza de la energía, sigue siendo la principal causa del déficit
", ha explicado la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
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