Economía

El nuevo déficit puede forzar al Tesoro a emitir más de lo previsto en 2012

España podría verse obligada a emitir más deuda de la prevista este año, a pesar de que inicialmente, el Gobierno tenía el objetivo de cubrir rápidamente las necesidades de financiación

España podría verse obligada a emitir más deuda de la prevista este año, a pesar de que inicialmente, el Gobierno tenía el objetivo de cubrir rápidamente las necesidades de financiación e incluso bajar el porcentaje de deuda sobre PIB. Pero el nuevo déficit reconocido ha cambiado las tornas. Es posible que sean necesarios más de los 86.000 millones de euros anunciados para este ejercicio, sobre todo si las Comunidades Autónomas necesitan más dinero, como todo apunta.

Las corporaciones regionales, desde luego, insisten en sus reclamaciones de apoyo financiero. Eso ha llevado a firmas como Barclays a vaticinar que “ante las desviaciones fiscales y posibles necesidades regionales de financiación adicionales, España puede elevar su objetivo de emisión para este año”.

El Tesoro español ya tiene cubierto el 41% de las colocaciones de 2012, aprovechando el tirón imparable de la liquidez del Banco Central Europeo (BCE) a través del Long Term Refinancing Operation (LTRO). Ha aprovechado para hacer los déberes lo más rápido posible, en prevención de que vuelvan las tensiones retornen. Conviene recordar que a finales de 2011, colocar deuda en el mercado se volvió una tarea casi imposible. 

De momento hay mucho, pero tal vez haga falta más. En Barclays no descartan que las subastas de deuda aumenten hasta el entorno de los 100.000 millones de euros, aunque tranquiliza: “si hubiera que fijar ese nuevo objetivo, España ya tendría más de un tercio cubierto”. Italia, por ejemplo, está más rezagada y de momento sólo tiene cubierto un 17% del ejercicio. No parece que por el momento vaya a haber, de nuevo, tensiones de liquidez en el mercado para los bonos. 

Evidentemente, donde más ha emitido España en este año es en los tramos cortos: 14.900 millones a 2-3 años, 9.300 a 5 años y 10.600 a 7-10 años. En total, 34.800 millones de euros, que se han colocado con una fuerte sobredemanda y tipos razonablemente bajos, hasta alcanzar ese temporal 41% de cobertura.

Pero el LTRO no es un maná salvador sin más. Concentrar la financiación en el tramo corto supone generar un problema al que tendrá que enfrentarse el Gobierno en breve. En ese momento, será básico que las economías hayan mejorado o habrá que ponerse en manos del Quantitative Easing (financiación directa del banco central, algo que en el caso del BCE se ha hecho dándole el dinero a las entidades financieras para que a su vez lo colocaran en deuda) u otras medidas de apoyo monetario.

Lo malo es que eso, al fin y al cabo, es sólo más deuda. Son soluciones que ayudan a salir de momentos puntuales de tensión pero no arreglan en absoluto las economías. Habrá que ver qué medidas toma el Gobierno que, desde su llegada, está instalado en un raro remedo de socialdemocracia.

El responsable de la cuestión económica será quien deberá tomar la decisión. El ministro de Economía, Luis de Guindos, de larga tradición liberal, no adoptará esta medida con gusto. Guindos está visto como un verso suelto en el Ejecutivo desde varios flancos económicos. Aunque el mega crédito del ICO (de nuevo, deuda) para que los Ayuntamientos paguen a sus proveedores parece enseñar el camino. 

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