El déficit público aumentó un 44 % en el primer trimestre -hasta 15.527 millones, casi el 1,3 % del PIB-, aunque los datos del Estado correspondientes a abril, que ya se comparan con un 2020 en plena pandemia, apuntan a un cambio de tendencia.
El Ministerio de Hacienda ha publicado este lunes los datos del primer trimestre de ejecución presupuestaria del conjunto de las administraciones públicas -salvo los de las corporaciones locales, que aún no se conocen-, que cerraron con un déficit del 1,28 % del PIB.
Una vez incorporadas las ayudas financieras, que incluyen también a la Sareb, el déficit asciende a 15.554 millones, un 46,8 % más y equivalente al 1,29 % del PIB.
Este dato se encuentra todavía lejos de la previsión del Gobierno para el conjunto del ejercicio, que es del 8,4 % del PIB.
La mayor parte del déficit, 10.778 millones, se concentraba en la administración central, que tras repuntar el 80,7 % por las mayores transferencias a otras administraciones, se situaba en el 0,89 % del PIB.
Las comunidades autónomas aumentaron también su déficit en el primer trimestre -un 29,9 %, hasta 3.486 millones, un 0,29 % del PIB-, con todas las regiones en desfase negativo, especialmente intenso en Castilla-La Mancha (0,99 % de su PIB), Canarias (0,78 %) y Murcia (0,71 %).
Los fondos de la Seguridad Social, en cambio, redujeron un 40,8 % su déficit -hasta 1.263 millones, el 0,1 % del PIB- ante el buen comportamiento de los ingresos.
Déficit del Estado
Hacienda ha publicado también los datos de ejecución presupuestaria del Estado correspondientes a abril, en los que se aprecia un cambio de tendencia al compararse con un periodo de 2020 ya afectado por la pandemia y, en particular, por el confinamiento impuesto a mediados de marzo de ese año.
Así, en los cuatro primeros meses, el Estado acumuló un déficit de 16.891 millones de euros, un 15,1 % menos que en 2020 y equivalente al 1,4 % del PIB, lejos de la previsión del 6,3 % del PIB fijada para el conjunto de 2021.
Esta corrección del déficit está relacionada con la buena marcha de los ingresos, que crecen un 6,7 % gracias al impulso de la recaudación tributaria, un 12 % superior a la del mismo periodo de 2020 debido en parte al efecto comparación con los momentos más duros del confinamiento, cuando la actividad económica se vio mermada.
Así, con una recaudación tributaria total de 52.428 millones, todos los grandes impuestos registran importantes avances: IRPF (del 22 %, afectado por el distinto calendario de entregas a cuenta), sociedades (del 43,9 %, afectado por una operación extraordinaria) e IVA (del 7 %).
El cambio de tendencia se observa de manera especialmente intensa en abril, cuando la recaudación tributaria creció un 63,7 % con respecto al mismo mes de 2020.
Por lo que respecta a los gastos, sumaron 78.205 millones en el primer cuatrimestre del año, un 1,1 % más, por las mayores transferencias entre Administraciones públicas, que suben un 4,7 % -sobre todo por las dirigidas a la Seguridad Social-, y las mayores aportaciones a la Unión Europea (un 14,5 % más), entre otras partidas.
Los gastos vinculados a la pandemia sumaron 2.404 millones, un 43,3 % más, la mayoría transferencias a las comunidades autónomas y el resto, consumos intermedios entre los que se encuentran las vacunas.
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