El anunciado adiós de Deliveroo en España -al que todavía falta por poner fecha definitiva- ha provocado que arranquen los "juegos del hambre" entre sus competidores en el sector del envío de comida a domicilio, sabedores de que hacerse con ese "trozo de pastel" inclinaría la balanza a su favor y les permitiría dar un golpe casi definitivo.
Directivos de empresas de reparto, hosteleros y consultores advierten de lo mucho que se juegan las compañías en este momento, cuando el interés por hacerse con la parte del negocio que representa Deliveroo -fuentes del sector lo calculan en el entorno del 16%- es máximo. Su marcha abre una nueva oportunidad para Just Eat, Glovo y Ubereats, y especialmente para estos dos últimos, que mantienen una lucha encarnizada por la segunda posición.
El combate puede ser clave, ya que se especula con la posibilidad de nuevos movimientos de concentración -debido a la necesidad de ganar volumen para conseguir hacer rentable el negocio- y que acaben siendo dos en vez de tres los operadores que controlen el mercado por completo.
10.000 restaurantes afectados
La salida de la británica Deliveroo afecta a los cerca de 10.000 restaurantes con los que colaboraba, aunque la mayoría trabajaba de forma simultánea con varias plataformas. Pero no todos. Estas compañías pelean a brazo partido por garantizarse la "exclusividad" de grandes cadenas y restaurantes más pequeños pero con tirón entre los consumidores, ya que es una vía para generar tráfico a través de su aplicación y restarle pedidos al resto.
La negociación para extinguir estos contratos exclusivos ya está encima de la mesa, e incluso pueden conllevar "compensaciones", según fuentes del sector. "Estamos valorando opciones, la oportunidad es increíble. Somos uno de los novios más deseados, nos hemos convertido en la jugada que puede facilitar el jaque definitivo", explica a EFE el máximo responsable de un grupo cuyo reparto a domicilio dependía de Deliveroo y que ahora escucha ofertas para elegir nuevo socio.
La estrategia de las plataformas para hacerse con marcas en exclusividad tiene un coste económico importante para sus cuentas, y desde el sector se habla de una especie de "fiebre del oro" en la que se está "tirando la casa por la ventana". "Hablabas con algunos locales para atraerlos en exclusiva y te decían que no, que otros les aseguraban hasta un millón de euros por año", recuerda a EFE un antiguo directivo en una de estas compañías de reparto.
El secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, reconoce que el envío a domicilio ha ganado peso en los ingresos de bares y restaurantes, pero destaca el mensaje de "tranquilidad absoluta" de las plataformas pese a la polémica por la entrada en vigor de la "ley rider", que pretende obligar a contratar como asalariados a los repartidores en vez de que sean autónomos. "La covid-19 ha sido un acelerador del reparto a domicilio, el sector debe entrar ahora en una fase de estabilización y eso incluye que pueda sobrar algún operador. Lo que no es normal es enviar la comida a casa casi a menor precio para el cliente que si va al local como hasta ahora", argumenta.
Decisión de Deliveroo
Deliveroo dejará España pese a que el sector no deja de crecer: su cifra de negocio se ha disparado más de un 80% en los últimos meses respecto a hace dos años, antes de la pandemia, según un estudio de mercado de Ameba Research. La propia firma achacó a la fuerte competencia la decisión de cerrar sus operaciones ante la dificultad para recuperar el terreno perdido a nivel de cuota, y según miembros de la propia empresa la aprobación de "ley rider" y el aumento de costes que implicaba supuso la gota que colmó el vaso.
"Es extraño que no hayan hecho una salida mejor y más organizada. En vez de llegar a un acuerdo con algún otro operador y haber vendido su cartera de clientes a cambio de un precio razonable, se van de repente", analiza el responsable de una consultora española especializada en hostelería.
En el sector inciden en que, para entender lo ocurrido, hay que recordar que la estrategia de estas compañías multinacionales depende en gran parte de los recursos financieros destinados a cada país: mientras que Ubereats ha colocado el foco en España desde 2019, la firma británica dejó de darle tanta prioridad a principios de 2020. Por aquel entonces, Deliveroo también estaba pendiente de que las autoridades del Reino Unido autorizaran una importante inyección de fondos de Amazon en su capital, clave para poder seguir invirtiendo al mismo ritmo que sus adversarios; el permiso acabó llegando meses después, pero en el mercado nacional ya habían perdido su puesto.
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