Las limitaciones a la venta de aceite de girasol, derivadas de "desajuste en el suministro" con motivo de la invasión rusa de Ucrania, han hecho que se dispare la demanda de uno de sus sustitutos: el aceite de oliva. Mientras la industria busca una alternativa a la importación de aceite de girasol desde Ucrania -que supone el 60% del total importado-, las cadenas de supermercados ya empiezan a notar cómo el aceite de oliva gana protagonismo en las cestas.
Tanto es así que, con el objetivo de regular esta venta, cadenas como Makro también han limitado las cantidades que puede un cliente llevar de este producto. "Al continuar la limitación de girasol, la demanda de oliva ha aumentado, lo que nos ha llevado a limitar también algunos tipos de aceite de oliva", cuentan a Vozpópuli fuentes del líder de la distribución a la hostelería.
No obstante, los productores del aceite de oliva prefieren esperar antes de dar datos del incremento de ventas que ya están registrando. Dcoop (antigua Hojiblanca), el mayor productor oleícola mundial, considera que es pronto para sacar conclusiones: "Sí es verdad que, con la subida del girasol, puede haber un trasvase hacia el aceite de oliva, pero está por ver hasta dónde llega, porque este también puede subir arrastrado por el otro. Hay que esperar más tiempo", explican fuentes de la empresa.
La Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva, Asoliva, también manda un mensaje de cautela: "Es muy pronto y estamos a la espera de que la UE publique reglamentos para suavizar las importaciones de aceites vegetales de otros orígenes y ver la disponibilidad de aceites y grasas". A partir de ahí, será más fácil comprobar su repercusión en el sector.
El mercado, sin embargo, ya da por hecho que el consumo de este producto va a estar disparado en las próximas semanas. Deoleo, dueña de marcas como Carbonell o Koipesol, lleva varios días registrando fuertes incrementos en Bolsa, fruto de las limitaciones al de girasol. En concreto, en la última semana ha acumulado un aumento de la acción de más del 37%, situándose en 0,37 euros.
Sobre que cadenas como Makro hayan limitado las ventas también de este aceite, fuentes del sector insisten que "no habrá ningún problema para atender un posible aumento de demanda, estamos preparados", puesto que España es el primer productor de este oro líquido. En esta línea, apuntan a que la limitación de venta "está más relacionada con ordenarla y poder garantizar que todos los consumidores tengan producto en el lineal que con la falta de él".
Mismo mensaje que esta semana defendió el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, asegurando que el volumen de stock de enlace de aceite de oliva permite dar "tranquilidad y seguridad" a los consumidores, y que "en ningún caso va a haber problemas de abastecimiento de este producto en todas sus categorías". Asimismo, insistió en que la interrupción del suministro de aceite de girasol por la invasión rusa y la situación de guerra "no va a crear problemas de abastecimiento de grasas vegetales en nuestro país".
De hecho, el sector considera que tiene capacidad para crecer no solo dentro de España, sino también fuera. Como recuerdan desde Agricultura, las previsiones de la Comisión Europea apuntan a un incremento del 5% anual, hasta 2030, en el volumen de aceite de oliva exportado a terceros países que no son productores.
Del aceite al maíz: ¿dónde encontrarlo?
Con todo, las empresas y el propio Gobierno buscan nuevas fuentes de suministro no solo de aceite de girasol, sino también de maíz, del que importamos el 30% de Ucrania, como de trigo, con el 20%. De hecho, Planas es uno de los países que ha solicitado a la Comisión Europea que se flexibilicen los criterios de importación para facilitar la llegada de maíz desde terceros países, y que se autorice también la ampliación de las superficies de cultivo de forma excepcional dentro de la Unión.
En el caso del aceite de girasol, las empresas también buscan otros mercados suministradores. No obstante, desde el Gobierno insisten en que no habrá un problema de grasas vegetales en España. "Tenemos la suerte de ser el primer productor mundial de aceite de oliva, más un 45% del total", ejemplificaba el ministro de Agricultura.
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