La demanda mundial de petróleo, que registra este año una expansión limitada por unas perspectivas económicas que se han visto deterioradas y por la escalada del precio del barril, acelerará su progresión en 2023 de la mano sobre todo de China y superará los niveles de consumo anteriores a la pandemia.
Este es el diagnóstico de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que en su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este miércoles revisa de forma marginal al alza sus previsiones sobre la demanda para este año, hasta una media de 99,4 millones de barriles diarios.
Eso significa 1,8 millones de barriles diarios más que en 2021 (un 1,9 % más), pero todavía un millón por debajo de los niveles de 2019, antes de que estallara la crisis del coronavirus.
El aumento este año se debe sobre todo a los países desarrollados, que sin embargo apenas incrementarán su consumo el próximo ejercicio debido a la ralentización económica que están causando los efectos de la guerra en Ucrania, en particular en Europa.
El relevo de la demanda en 2023 lo tomarán los países en desarrollo y en particular China, donde se espera una recuperación tras las restricciones por la covid.
En todo el mundo, la demanda de crudo en 2023 crecerá en 2,17 millones de barriles diarios (un 2,2 %) hasta 101,6 millones, con lo que se superará el pico de 2019.
Según su análisis, la OPEP y sus aliados harán una aportación adicional "modesta", de forma que serán los países que no pertenecen a ese cártel, los que sacarán lo esencial para alimentar el mercado.
La AIE señala los problemas que pueden darse por el lado de la oferta, ya que el impacto de las sanciones impuestas a Rusia (la Unión Europea ha decidido dejar de comprarle un 90 % del crudo en un plazo de seis a ocho meses) tendrá que ser compensado por otros productores, que al aumentar los bombeos se están comiendo los márgenes de capacidades excedentarias.
OPEP, sus aliados y el petróleo
Según su análisis, la OPEP y sus aliados (el primero de todos Rusia) harán una aportación adicional "modesta", de forma que serán los países que no pertenecen a ese cártel, y en particular Estados Unidos, los que sacarán lo esencial del crudo suplementario para alimentar el mercado lo que queda de este año y el próximo.
La agencia, que reúne a la mayor parte de los países de la OCDE, considera en cualquier caso que la OPEP+ debería recurrir más a sus márgenes de capacidades no utilizadas, que se reducirían así a un mínimo histórico de 1,5 millones de barriles diarios.
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