La deuda pública ha bajado en casi 10.000 millones en el mes de abril, aunque sigue por encima de los 1,50 billones de euros y rondando el 98% del PIB, según las cifras que ha publicado este lunes el Banco de España.
La bajada de abril se explica por la disminución de la deuda del Estado, que pasa de los 1.013.393 millones de marzo a 1.004.416 millones en abril, así como de las corporaciones locales, que estaba en 28.875 y ha caído a 28.811 millones.
Las Comunidades Autónomas, en cambio, aumentaron su deuda, al pasar de 289.675 en marzo a 290.173 millones en abril.. Y la Seguridad Social se mantuvo prácticamente estable en el cuarto mes del año, en los 27.362 millones, un millón menos.
La deuda volverá a aumentar en más de 30.000 millones en el conjunto de 2018
Según la última notificación enviada por el anterior Gobierno a Bruselas, la deuda pública volverá a subir unos 30.000 millones en 2018. Eso sí, en términos de PIB volverá a bajar una décimas y se quedará en el 97,6% del PIB. ¿Por qué se produce este descenso? Porque la economía sigue creciendo y el PIB sigue aumentando, así que sube el denominador y hace que baje el ratio de deuda.
El año pasado, el PIB fue 1.163.662 euros. Este año, el Gobierno espera que sea 1.213.179 euros. O al menos eso le ha notificado a Bruselas. En este caso, España también marcará un máximo histórico, puesto que nunca antes el PIB había sido tan alto. En 2016 España ya recuperó todo el PIB perdido durante la crisis y este año seguirá repuntando.
La deuda, en el punto de mira
Por eso, muchos analistas alertan ya del elevado nivel de deuda y lo difícil que va a ser para España reducirla. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), por ejemplo, cree que este parámetro podría enquistarse en el 85% del PIB si no se toman medidas para reducir el déficit estructural que sufren las administraciones públicas.
Además, no hay que olvidar que una vez que España salga del procedimiento de déficit excesivo pasará al brazo preventivo del Pacto de Estabilidad, en el que Bruselas podrá exigir medidas no solo para acabar con lo que queda de déficit, sino para reducir la deuda pública.
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