La Reserva Federal (Fed) renovó este miércoles su política expansiva al extender su programa de compra de deuda, mediante canje de bonos, para estimular la economía estadounidense, cuyas previsiones rebajó para 2012 a causa de la inestabilidad europea y la debilidad del mercado inmobiliario., según recoge EFE.
La Fed destacó en su comunicado tras la reunión de dos días del Comité de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria del país, que la economía se ha ralentizado y pronosticó que el crecimiento repuntará "muy gradualmente". Por ello, anunció una revisión a la baja de su previsiones de crecimiento para este año al rango de 1,9% y 2,4%, frente al 2,4 y 2,9% pronosticado en abril.
A juicio del banco central estadounidense, la continuación de la "Operation Twist" por 267.000 millones de dólares "debería rebajar las presiones en los tipos de interés a largo plazo y ayudar a que las condiciones financieras generales sean más expansivas".
La ampliación del programa de compra de bonos a largo plazo (mediante la venta de bonos con vencimiento más corto) hasta finales de año, cuya conclusión estaba prevista para este mes, concuerda con los pronósticos de los analistas que consideraban que la Fed actuaría para contrarrestar los decepcionantes datos económicos de la última semana.
Los mercados, que recibieron con cierta satisfacción a media jornada el anuncio, cerraron con un ligero descenso tras conocerse la reducción de las previsiones económicas. El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, concluyó la jornada con una ligera bajada de 0,1%.
Estimaciones muy optimistas
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, explicó en la rueda de prensa posterior que los cálculos de comienzos de año sobre la recuperación habían sido "demasiado optimistas", por lo que la Fed ha tenido que "adaptarlos a los vientos en contra" de la economía estadounidense. Entre ellos, destacó el "freno" que supone la frágil situación de la economía europea, con varios países en recesión y el repunte de las tensiones financieras.
Bernanke reiteró que vigila "estrechamente" los acontecimientos al otro lado del Atlántico, aunque afirmó que Europa tiene en su mano la estabilización de la situación financiera ya que cuenta con "incentivos muy fuertes". Además, subrayó que otro de los factores que contribuyen a la débil recuperación económica en EEUU es la situación en el mercado inmobiliario nacional. "No estamos consiguiendo la fuerza de impulso que normalmente tendríamos en una recuperación del sector inmobiliario", indicó Bernanke, quien afirmó que esta debilidad afecta al crédito y al gasto de los consumidores.
El banco central estadounidense empeoró asimismo sus pronósticos para la tasa de desempleo que ubicó ahora entre el 8% y el 8,2%, una proyección más pesimista que la de abril cuando se esperaba un índice de desempleo entre el 7,8% y el 8% por ciento. En este sentido, la Fed indicó que "la tasa de desempleo solo descenderá lentamente" hacia niveles que considera "consistentes con su mandato dual" (control de inflación y fomento de empleo). El pasado mes de mayo la tasa de desempleo subió por primera vez en 11 meses y se situó en el 8,2%.
Por último, Bernanke insistió en que la Fed tiene "munición disponible" para continuar "ayudando a retornar a una situación económica más normal", pese a reconocer que los tipos de interés de referencia se encuentran a niveles "excepcionalmente bajos". La Fed mantiene los tipos entre el 0% y el 0,25% desde diciembre de 2008, y ha anunciado su intención de dejarlos a ese nivel hasta finales de 2014. No obstante, reiteró que la política monetaria "por sí sola no va a solucionar los problemas económicos" del país, e instó al Congreso a tomar medidas para impulsar el crecimiento.
La próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed en la que analizarán de nuevo la situación económica está prevista para comienzos del mes de agosto.