Los datos publicados este miércoles por el Banco de España han desbordado las previsiones del Gobierno. La deuda pública registró en marzo el mayor repunte desde mayo de 2014, 14.031 millones, lo que situó el endeudamiento total en 1,095 billones de euros, cerca del 101% del PIB. Este incremento, según Guindos, se debe al calendario de emisiones del Tesoro, pero lo cierto es que no marca un buen inicio de año para este indicador.
Según el último cuadro macroeconómico que el Gobierno envió el pasado mes de abril a Bruselas, la deuda tendría que acabar 2016 en el 99,1%, una décima por debajo del cierre de 2015 (99,2%). En 2017 seguirá bajando tímidamente y ya en 2018 cogerá cierta fuerza para acabar el 2019 en el 96% del PIB. Las cifras no están mal, pero no convencen a los expertos.
Tras el repunte de marzo y aunque la deuda se puede moderar en los próximos meses, son muchos los analistas que se atreven a decir ya que la deuda no solo superará esas previsiones, sino que acabará el año por encima del 100%, una cota psicológica que el Gobierno quiere evitar a toda costa. Según los expertos consultados por Vozpópuli, el nivel de déficit, el crecimiento económico y la inflación apuntan a esos niveles.
En concreto, el analista de Intermoney Francisco Vidal cree que la deuda podría cerrar el año en el 100,1%, puesto que el déficit se irá más allá del 4%, el PIB crecerá algo menos de lo que espera el Gobierno y la inflación arrojará una media negativa y jugará en contra. Además, Vidal no se atreve a hacer previsiones de cuándo puede empezar a bajar esta variable dada la incertidumbre política que atraviesa el país y las dudas sobre la política fiscal que se aplicará tras las elecciones del 26 de junio.
Cerca del 100% en 2017
Si nada cambia, la deuda podría acabar el 2017 en el mismo nivel que en 2016 o ligeramente por debajo, puesto que la inflación se comportará mejor el año que viene y el déficit perderá el umbral del 4%. Sin embargo, es difícil que esto ocurra, teniendo en cuenta las medidas que ya están anunciando los partidos para el 26J, como la bajada de impuestos que ha propuesto Mariano Rajoy.
La Comisión Europea también cree que la deuda acabará este año por encima del 100%
La propia Comisión Europea planteó una cifra de deuda del 100,3% para España en sus previsiones de primavera, más de un punto por encima de lo que estima el Gobierno, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que podrá acabar en el 99%, en línea con la previsión oficial.
Por su parte, María Jesús Fernández, de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), cree que la deuda acabará por encima de las previsiones de Luis de Guindos y muy cerca del 100%. A su juicio, puede situarse en el 99,7%, aunque la cifra final dependerá de si se toma alguna medida que pueda afectar a la deuda a lo largo del año. Además, la deuda se mantendrá por encima del 90% al menos hasta el año 2020.
Aunque no llegue al 100%, Fernández cree que la deuda y la Seguridad Social son los elementos que más deberían preocupar al Gobierno, puesto que están en niveles “muy peligrosos” y sitúan a España en una situación muy vulnerable ante cualquier cambio en el panorama económico, como una eventual subida de los tipos de interés. Una medida de este tipo, según explica, dispararía considerablemente el coste de los intereses de la deuda y acabaría restando crecimiento a España.
Si la deuda baja es solo porque crece el PIB
El director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente, se muestra algo más optimista y cree que esta variable podría moderarse algo a lo largo del año, pero solo gracias al mayor crecimiento de la economía, como ocurrió en 2015. Es decir, que la ratio puede bajar ligeramente porque aumentará el denominador (el PIB), no porque la deuda bruta vaya a bajar.
Un nivel de deuda tan elevado hace que España sea muy vulnerable a cualquier cambio económico
De la Fuente coincide con la experta de Funcas en que el mayor problema de tener una deuda tan alta es que hace que España esté muy expuesta a cualquier cambio que se produzca en la política económica en un momento de gran volatilidad. Para Fernández, de hecho, habría que tomar medidas de gastos e ingresos que permitieran generar superávit para reducir la deuda de una forma más sana.
Uno de los organismos que tradicionalmente ha mostrado su preocupación por la evolución de la deuda ha sido la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que lleva tiempo pidiendo al Gobierno que modifique la exigencia que marca la Ley de Estabilidad de reducir este parámetro al 60% en el año 2020. Según la AIReF, este nivel no se alcanzará hasta el año 2033 si la economía sigue creciendo y hasta el 2041 si las cosas empeoran.
Evolución de la deuda durante la crisis
La deuda pública no ha hecho más que crecer durante la crisis económica como consecuencia de un déficit desbocado y la incapacidad de los Gobiernos para controlarlo. De hecho, esta variable prácticamente se ha triplicado en los últimos 8 años al pasar de 383.798 millones en 2007 a cerrar el año 2015 consolidada por encima del billón de euros.
El año en el que registró el mayor incremento, de casi un 30%, fue en 2009 bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. A partir de entonces, la deuda ha seguido creciendo, pero a un ritmo menor, salvo en el año 2012 cuando volvió a registrar un repunte considerable (del 20%), ya bajo el mandato de Mariano Rajoy. En 2013 creció un 8,45% y en 2014 repuntó un 7%. El año pasado cerró con un aumento del 3,5%.
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