En los Presupuestos de este año, la partida destinada a los intereses de la deuda suma casi 29.000 millones de euros. El techo de gasto para 2013 aprobado este viernes, fijado en 126.792 millones de euros, sube más del 9% debido a que se destinan 9.114 millones extra al pago de estos intereses y 6.683 millones añadidos como aportación a la Seguridad Social. Este ejercicio, el abono de las pensiones le cuesta al Estado casi 116.000 millones, con un aumento superior al 3% con respecto a 2011.
Si a las pensiones y a los intereses de la deuda, que el año que viene llegarán a los 38.000 millones, se les suma la partida de gasto en desempleo, el resultado final refleja que los Presupuestos del año que viene nacerán seriamente lastrados y permitirán al Gobierno un margen casi nulo para ensayar políticas de estímulo de la actividad económica. Los fondos dedicados al desempleo este año exceden los 28.500 millones de euros y, a pesar del recorte introducido en este tipo de prestaciones en el último ajuste aprobado en el Congreso, es probable que en 2013 no baje de esta cuantía. En el cuadro macroeconómico publicado este viernes, la tasa de paro prevista para el año que viene queda en el 24%, el mismo porcentaje que este año, y hasta 2015 no prevé que descienda del 22%.
La tasa de paro prevista para el año que viene en el nuevo cuadro macroeconómico no baja del 24%
El ministro de Hacienda reconoció ayer que le tocará gestionar unos Presupuestos cautivos y sin ningún margen para las alegrías, pues el panorama que se dibuja en el propio cuadro macro es bastante desolador, con una contracción económica de medio punto para el año que viene y un nuevo desplome del consumo público y privado que hará muy complicada la recuperación del empleo. El objetivo de déficit obliga, además, a reducir los gastos ministeriales más de un 12%, por lo que el tijeretazo dado en dos ejercicios consecutivos llegará casi al 25%
La única mejora del cuadro que presentó ayer el Gobierno se detecta en la previsión de caída del crecimiento para este año que, en lugar de ser del -1,7% queda en el -1,5%. Dos décimas más de oxígeno para la economía española que apenas se dejarán notar sobre los principales indicadores: el consumo privado caerá este año punto y medio, casi la misma magnitud que en 2013, mientras que el desplome del consumo final de las tres administraciones se verá reflejado en una caída del gasto público del 4,8 para este año y del 8,2 para 2013. Son auténticas cifras de economía de guerra, se reconoce en La Moncloa.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación