Deutsche Bank pone deberes a España. Aunque en general alaba las medidas adoptadas, que han permitido que la recuperación que se inició en el verano de 2013 se haya acelerado en la primera parte de este año, “en claro contraste con la debilidad de las cifras europeas”, lanza igualmente dos tareas fundamentales: reducir el endeudamiento, tanto del sector público como privado, que está en niveles "muy elevados", y trabajar hacia un equilibrio entre las ganancias de competitividad y los riesgos deflacionistas.
En un reciente informe, el banco alemán señala las tres lecciones que España ha aprendido en la crisis, pero que al mismo tiempo deben servir como guía para resolver los dos problemas principales que observa Deutsche Bank. La primera es que ante una crisis se deben “corregir primero los desequilibrios en el sector privado”, lo que implica “sanear las empresas a costa de un mayor déficit fiscal”. A pesar de los esfuerzos, sin embargo, advierte la entidad de que “España seguirá siendo durante mucho tiempo un país sobre endeudado”.
La segunda lección que reseña Deutsche Bank es que sin ayudas exteriores no se puede superar la crisis, pero al mismo tiempo, incide, “hay que cumplir con los compromisos”. A este respecto, subraya cómo “la recapitalización del sector bancario a través del soporte europeo ha sido vital para el éxito en su reestructuración” y eleva el “papel del Banco Central Europeo (BCE)” en este cometido. Ahora bien, alerta de que los costes financieros “excepcionalmente bajos de hoy, pueden no mantenerse”. Por ello, insiste, “hay que seguir reduciendo la deuda”.
El banco alemán aboga por encontrar un equilibrio entre las ganancias de competitividad y los riesgos deflacionistas
La tercera hace referencia a que “el acuerdo entre sindicatos y empresarios es fundamental”, tanto incluso “como las reformas en el mercado laboral”. En este sentido, alaba que los sindicatos aceptaran “un cambio fundamental en la negociación colectiva y en el proceso de fijación de salarios”. No obstante, estima que aún hay que “encontrar un balance entre las ganancias de competitividad y los riesgos deflacionistas”, tan de actualidad en las últimas semanas.
En su análisis, Deutsche Bank, que el mes pasado revisó al alza las previsiones de crecimiento de España (+1,2% en 2014, +1,9% en 2015 y +1,8% en 2016), también advierte de los riesgos a los que se enfrenta el país. Entre ellos señala el “estancamiento europeo”, en un contexto en el que aunque “la demanda doméstica crece”, lo hace aún a “niveles muy débiles”, por lo que, a su juicio, “se necesita el apoyo del sector exterior”. En este sentido los últimos datos de las exportaciones españolas, que sufrieron una caída del 5,1% en agosto por la atonía de la eurozona, especialmente de sus dos mercados principales, Alemania y Francia.
Bajar la deuda es la gran tarea que tiene que afrontar España en opinión de los analistas de Deutsche Bank, pero esto, al mismo tiempo, conlleva que el crecimiento quede limitado. Asimismo, insta al Gobierno a “continuar con el proceso de reformas” para consolidar la recuperación económica y a punta como uno de los riesgos de cara a este objetivo, las elecciones políticas que se celebrarán a lo largo de 2015.
Confía en los mercados bursátiles, pero opina que "no es momento de vender, y tampoco de comprar"
Deutsche Bank no duda, además, de que a pesar de que los últimos datos económicos de la semana han provocado un deterioro del escenario, con fuertes caídas –compensadas parcialmente ayer- en las bolsas de todo el mundo, “los fundamentales no han cambiado”. La entidad alemana sigue “recomendando mantener las actuales posiciones” en los mercados bursátiles. “No es momento de vender, y tampoco de comprar, dado que el pesimismo sigue dominando y puede haber más caídas y volatilidad en los próximos días”, explica. Se muestra, por tanto, optimista y sigue observando “un escenario de recuperación económica a nivel mundial, aunque probablemente a menor ritmo de lo que se esperaba a principios de año”.
El banco alemán mantiene su confianza en que “la recuperación europea gane fuerza en los próximos meses, apoyada en la debilidad del euro (mayores exportaciones), las medidas de expansión masiva por parte del BCE (no se descarta incluso que añada compras de deuda pública a las compras de deuda privada ya anunciada), y una mayor coordinación entre los gobiernos europeos”.
Además, apuesta porque “la economía americana seguirá mejorando” y la Reserva Federal, que ante la debilidad de Europa duda sobre la subida de los tipos prevista para mediados de 2015, “hará todo lo posible por impulsar la estabilidad en los mercados”, al tiempo que se verá “un fuerte crecimiento en los beneficios de sus empresas”. Mientras, Deutsche Bank espera que “China y Japón ampliarán sus medidas de estímulo y ayudarán a disipar muchas dudas sobre su crecimiento”.
De igual forma, para apoyar el rebote de las Bolsas la institución prevé una “incesante actividad corporativa”, sobre todo en Estados Unidos aunque también en Europa, y el resultado de los test de estrés a la banca europea, que se conocerá el próximo 26 de octubre.
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