La DGT introdujo hace cuatro años un complejo y polémico sistema de catalogar a los turismos en función de sus emisiones con cuatro baremos, aunque en cada uno de ellos entran tecnologías y modelos sin duda muy diferentes desde un punto de vista medioambiental. Se ha criticado desde entonces, sobre todo con la llegada de la tecnología “micro híbrida”, que estos modelos hayan sido igualados en eficiencia a los híbridos puros, y que los híbridos enchufables, con autonomías eléctricas de unos 50 kilómetros y provistos de motores de combustión en muchos casos con cifras de potencias y consumos muy superiores a los de un pequeño turismo de gasolina, fueran equiparados a los modelos 100% eléctricos que en el uso diario –otra cosas es en el ciclo completo de su vida útil– generan cero emisiones.
Unas medidas que han favorecido a unos fabricantes y perjudicado a otros, y que ha llevado a lanzar al mercado modelos que se adaptan a las etiquetas más “limpias”, como son las Cero Emisiones y las ECO. Pero la DGT ya está trabajando en una pequeña reestructuración de sus etiquetas, aunque lo que sí parece es que no se aplicará con carácter retroactivo pero que sí podrá incidir en los nuevos modelos. Así, un turismo que en su fecha de matriculación haya sido dotado de la etiqueta CERO o ECO, lo seguirá siendo aunque no se ajuste a las nuevas especificaciones.
En el nuevo proyecto de etiquetas que estudia la DGT se llevarán a cabo algunos retoques en el sistema actual, lo cual es posible que implique la introducción de alguna nueva distinción medioambiental, tal como ha anunciado el director general de Tráfico, Pere Navarro, que señaló que fue el propio Gobierno fue el que les encargó una revisión del actual sistema, por lo que el próximo 29 de septiembre se llevará a cabo una reunión interministerial para hablar sobre este cambio.
Sin embargo, el director general subrayó la importancia de que esta modificación sea "consensuada con el sector". En este sentido, se iniciarán las negociaciones para que todos los implicados estén conformes con la nueva propuesta de etiquetas, aunque puestos al habla con responsables de algunas de las marcas que operan en nuestro mercado, no ven en principio con demasiados buenos ojos estos cambios, pues aseguran que sus gamas actuales en muchos casos se han estructurado en función de las etiquetas actuales.
Durante su participación en las jornadas online 'Claves y tendencias de la movilidad sostenible del futuro', organizado por Anfac, Navarro también quiso mandar un mensaje de tranquilidad, asegurando que todas las etiquetas "continuarán vigentes en sus propios términos", aunque destacó que es posible que se introduzca algún otro distintivo o algún retoque, sin especificar cuáles podrían ser estos cambios.
Aún así, el director general de Tráfico destacó que "ni de lejos" hay una intención de replantear por completo el sistema de etiquetas medioambientales, como se ha visto publicado en los últimos meses. La DGT ha insistido en la importancia de las etiquetas ambientales, que sirvieron como normativa homogénea para toda España en un momento en el que las diferentes comunidades autónomas e incluso los ayuntamientos se estaban planteando establecer una serie de distintivos para ciertos vehículos.
El propio 'Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción: hacia una movilidad sostenible y conectada' lanzado por el Gobierno en el mes de junio ya recogía una actualización de las pegatinas de la DGT, que previsiblemente llegaría en julio de 2021.
Cinco etiquetas en 2021
En la actualidad, existen cuatro tipos diferentes de etiquetas ambientales dependiendo del nivel de emisiones de cada vehículo: 'Cero emisiones', 'ECO', 'C' y 'B'. Según los criterios de la DGT, el distintivo de 'Cero emisiones' es para vehículos 100% eléctricos, eléctricos de autonomía extendida e híbridos enchufables, los conocidos como PHEV, siempre y cuando cuenten con una autonomía mínima homologada de 40 kilómetros, que en la actualidad cumplen prácticamente todos los modelos con esta tecnología. La etiqueta 'ECO' le corresponde a los híbridos enchufables con autonomía menor a 40 kilómetros, híbridos convencionales, vehículos de gas ya sean GNC o GLP.
Por su parte, a los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014 les corresponde la etiqueta 'C', mientras la etiqueta 'B' se utiliza para turismos de gasolina matriculados a partir de enero del año 2000 y diésel a partir de enero de 2006.
Todo este complejo etiquetado se mantendrá en su mayoría, aunque se especula además de con una reorganización de algunas de las tecnologías que podrían cambiar de etiqueta con la introducción de una nueva etiqueta 'D' para beneficiar sobre todo a los modernos turismos diésel y gasolina con tecnologías de última generación mucho más limpios que modelos de hace diez años.
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