Es una de las principales fuentes de ingresos de la DGT. Las multas de los radares fijos y móviles que tienen desplegados por todo el territorio nacional –excepto en País Vasco y Cataluña donde la Ertzaintza y los Mossos d´esquadra tienen sus propios radares– descendieron en 2020 pero en una medida muy inferior a la reducción de movilidad sufrida, de manera muy severa durante los meses del confinamiento y muy notable con las restricciones y limitaciones de movilidad tras el verano.
Así, durante el año 2020, los radares de la DGT registraron casi dos millones y medio de denuncias por exceso de velocidad. Ello supone un descenso del 17% sobre las realizadas en el mismo periodo del año anterior (2.944.111), según revela un estudio realizado por AEA. Este descenso en el número de denuncias formuladas el año pasado se produce dentro del contexto de la pandemia de la covid-19 y las limitaciones a la movilidad impuestas para frenar su propagación, que determinaron una reducción en los desplazamientos por carretera de un 25%.
Un descenso en el número de multas por radar muy inferior al de la propia movilidad, y que supone para la DGT unos ingresos que pueden rondar los 200 millones de euros. Y es que la multa más baja por exceso de velocidad suponen ya 100 euros y sin duda miles de las denuncias por exceso están en el tramo superior que son ya 300 euros y que, en los casos más graves, llegan hasta los 600 euros.
Por comunidades autónomas, el nuevo informe de AEA destaca que los radares más activos se han localizado en Andalucía, con 519.254 denuncias formuladas y que representan el 21% del total; en la Comunidad Valenciana, con 317.381 denuncias (12,9%) y en la Comunidad de Madrid, con 284.281 (11,5%). Por el contrario, los radares situados en La Rioja (29.107), Navarra (41.751) y Cantabria (44.138) son los que menos denuncias contabilizaron.
Un solo radar para 50.000 denuncias
Respecto de los radares que más denuncias formularon en 2020, el más activo de España se encuentra ubicado en el kilómetro 246 de la A-7, en Málaga, con un récord de 48.771 denuncias, lo que supone un incremento en su actividad de un 350% respecto del mismo periodo del año anterior (13.927 denuncias).
También el estudio recoge que solo 50 radares, de los cerca de mil que dispone la DGT, formularon el 38,25% del total de denuncias (941.061). De ellos, veintiséis ya aparecían en el ranking de cinemómetros más activos del año anterior. Los otros veinticuatro se sitúan en nuevos emplazamientos.
A la vista del importante número de denuncias formuladas, a pesar de la reducción de los desplazamientos, mayoritariamente en autopistas y autovías y no en las carreteras secundarias donde se producen el 70% de los accidentes con víctimas, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que “la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación”.
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