DIA está dispuesta a llegar a un acuerdo con LetterOne, el brazo inversor de Mikhail Fridman. Según explican fuentes del mercado y conocedoras del proceso, la compañía tiende la mano a un posible pacto con su máximo accionista para acabar con la incertidumbre que existe de cara a la junta de accionistas del próximo 20 de marzo.
"Han existido conversaciones entre ambas partes antes, durante y después de que LetterOne lanzara la OPA para tomar el control de la cadena", señalan las fuentes consultadas. "Los representantes de DIA están dispuestos a negociar con LetterOne y poder ayudar a que exista un entendimiento con la banca", añaden.
"Todas las partes ven valor en DIA y son conscientes del potencial de la compañía", indican. "La falta de acuerdo entre el accionista mayoritario y los acreedores alienta el riesgo de caer en concurso de acreedores, algo que puede ser definitivo para la compañía", advierten. Un proceso en el que tienen mucho que decir FTI Consulting, el asesor de los acreedores, y Goldman Sachs, el banco asesor del fondo de Mikhail Fridman.
Los representantes de DIA están dispuestos a negociar con LetterOne y poder ayudar a que exista un entendimiento con la banca
LetterOne propone una ampliación de 500 millones condicionada al éxito de la opa voluntaria que han lanzado y a lograr un acuerdo con los bancos. La otra opción, la aprobada por el consejo y con el respaldo de los bancos, es una reducción de capital por 56 millones y ampliación de 600 millones asegurada por Morgan Stanley.
"Existen diferencias en el proceso de financiación, pero en realidad sólo existe un plan", explican fuentes del mercado. "Las dos propuestas para el futuro de DIA son muy similares y el recorte de plantilla que hay encima de la mesa fue acordada cuando LetterOne todavía estaba en el consejo", detallan estas fuentes.
Canales abiertos
El brazo inversor de Mikhail Fridman también es partidario del diálogo. "LetterOne tiene los canales abiertos con la banca y con la compañía para alcanzar el mejor acuerdo para DIA", aseguran fuentes cercanas al fondo. "Siempre hemos estados dispuestos a ayudar a la compañía en lograr un mejor acuerdo con los acreedores", afirman.
LetterOne tiene un ambicioso plan de inversión en su hoja de ruta. El fondo prepara otros 800 millones para poner en marcha su plan de negocio para la compañía, que se suma a los 700 millones que ya ha invertido. Pero, con el actual consejo de administración, LetterOne no quiere poner más dinero. "El fondo no confía en la dirección de DIA", matizan.
A pesar de la buena disposición mostrada por ambas partes para llegar a un acuerdo, hasta ahora las posiciones han estado tan enfrentadas que la posibilidad del concurso de acreedores es real.
LetterOne pretende aplazar los compromisos de la compañía con la banca sin solicitar una quita. Y fuentes conocedoras de la posición de la actual dirección de DIA sostienen que si la propuesta del consejo de la cadena no triunfa en la próxima junta, la banca reclamará a Fridman el pago inmediato de la deuda, y que si este no se efectúa, se solicitará concurso de acreedores.
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