Economía

Díaz recula con el tope de precios y lo deja en manos de los súper

La vicepresidenta asume que el Gobierno solo puede hacer recomendaciones tanto en la forma -si topar o no los precios de una cesta de productos- como en el fondo -el contenido-

La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz recula con el tope de precios y, tras el aviso de la CNMC, ya asume que la iniciativa sobre limitar los precios a una cesta básica de productos solo saldrá adelante si los supermercados ceden, algo que no tienen previsto hacer por el momento. De hecho, tampoco podrá exigir qué productos deberán formar parte de esta supuesta cesta.

Con un cambio de tono relevante, la vicepresidenta ha eliminado de sus últimas comparecencias la palabra "topar", que utilizó al anunciar la iniciativa, y ya habla de "facilitar una cesta de la compra básica". En su entrevista con elDiario.es el pasado lunes, Díaz era clara. Se trataba, explicó, de "un acuerdo que consista en determinar una cesta de productos básicos, en torno a 20 o 30 productos, en los que, como hemos hecho con el gas y otras materias, topemos los precios. 20 o 30 productos que son básicos: la leche, el pan, los huevos, la fruta…".

Apenas una semana después, la ministra de Trabajo rechaza valorar el contenido de las cestas de supermercados que han puesto en marcha una medida parecida a la que solicitan, como es el caso de Carrefour. La francesa ha dado luz verde este mismo lunes a su promoción de 30 productos por 30 euros. Entre ellos no hay rastro de frutas, verduras, leche o huevos. Cabe recordar que la vicepresidenta no solo se reunió el viernes con la compañía, sino que puso a la empresa como ejemplo de que "es posible" confeccionar la cesta que propone.

"Las empresas pueden tener en cuenta estos criterios, pero las ofertas y la composición corresponde a las empresas. Las empresas pueden establecer las ofertas que les parezcan oportunas", ahondaba este lunes el ministro de Consumo, Alberto Garzón, tras la reunión con los gigantes de la distribución.

Los súper decidirán si responden a Carrefour

Que la iniciativa que propone Díaz salga adelante depende única y exclusivamente de los supermercados, que, por presión de la competencia, tendrán que responder a la campaña de Carrefour de alguna manera. No obstante, consideran que la oferta del Gobierno "no es útil", y descartan ponerla en marcha como les solicitó Díaz.

De hecho, ponen en duda incluso su legalidad. "Entendemos que el marco legal no contempla llegar a acuerdos entre las empresas de distribución", deslizaba el presidente de la patronal Aces, Aurelio del Pino, que insistía en que por la fuerte rivalidad empresarial el sector "hará lo posible para que el consumidor obtenga la cesta de productos al mejor precio y mejores condiciones".

Desde Asedas, la asociación que representa a cadenas como Mercadona o DIA, eran todavía más tajantes: "No consideramos que sea buena idea y no es útil para solucionar los problemas que tiene el comercio", apuntaba el director general de Asedas, Ignacio García-Magarzo. "Nuestra obligación es facilitar a los consumidores los alimentos al precio más bajo posible. Cada empresa está desarrollando estrategias comerciales para competir", respondía sobre posibles estrategias en este ámbito.

Las empresas presentan su 'receta' para bajar precios

Las compañías de supermercados consideran que, con unos márgenes "muy reducidos", el diagnóstico del Gobierno sobre la situación del sector es erróneo. "Cabe destacar que los precios de la alimentación en España en los últimos 20 años se han mantenido extraordinariamente estables, con subidas que han coincidido con otra crisis de materias primas en 2007 y con la subida del IVA en 2012. En la actualidad, las causas del alza del IPC en alimentación son objetivas: alza del coste de la energía, de los carburantes y de las materias primas –agravado por la guerra de Ucrania-", insisten las patronales.

En su reunión con Díaz y Garzón, las empresas presentaron su propia 'receta' para bajar los precios. A su juicio, ayudaría la "bajada temporal del IVA en los alimentos", la "suspensión temporal de impuestos medioambientales" y la "reducción del coste regulatorio". Asimismo, solicitan al Ejecutivo un precio de la energía "sostenible para toda la cadena, y especialmente para la distribución alimentaria".

En la próxima reunión con la vicepresidenta, los gigantes de la distribución volverán a defender estos puntos. "Llevamos desde mayo haciendo propuestas como las de hoy y estaremos el tiempo que haga falta. Tenemos problema grave de costes, tenemos que ayudar a las empresas a reducirlos", reseñaba García-Magarzo.

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