Los peores augurios se han cumplido. Los partidos independentistas han ganado la batalla a los constitucionalistas en unas elecciones históricas y tienen en su mano la capacidad de formar Gobierno de nuevo en Cataluña. La victoria supone el inicio de un periodo incierto para la comunidad. No podemos saber con certeza cómo ni cuánto va a afectar el resultado a su economía y a la economía española, pero sí podemos vaticinar que con este resultado Cataluña se asoma a un abismo económico. Éstas son las 10 consecuencias económicas de la victoria independentista:
Recesión en Cataluña
Lo más probable es que la comunidad pase de haber liderado el crecimiento económico de España en la salida de la crisis a entrar en recesión. Ya lo dijo el Banco de España en su último informe de estabilidad financiera: nuevos aumentos de la incertidumbre pueden llevar a que la comunidad caiga en una larga recesión entre 2017 y 2019. De hecho, el PIB ya se ha ralentizado en el último tramo de 2017 y crece la mitad de lo previsto hace unos meses, según la Autoridad Fiscal.
Menor crecimiento en España
Inevitablemente, la economía catalana contagiará a España. ¿Cuánto? Depende de lo que haga el nuevo Gobierno y de cómo afecten sus decisiones a los hogares y las empresas, que probablemente contendrán su consumo y su inversión. Solo el aumento de la incertidumbre que va a provocar el nuevo escenario político puede hacer que el PIB se contraiga más de 2,5 puntos en términos acumulados entre 2017 y 2019, según el peor escenario que planteó el Banco de España. Otra derivada es que un rebrote de las tensiones en Cataluña puede bloquear de nuevo los Presupuestos.
Menos empleo
Si la economía crece menos y las empresas paralizan sus planes de inversión, también se creará menos empleo tanto en Cataluña como en el resto de España. El Consejo de Economistas ha sido de los pocos que ha atrevido a mojarse en este sentido y asegura que, en el escenario menos favorable, que es el más probable tras el resultado de las elecciones, la economía española podría incluso crear 200.000 empleos menos.
Menos turismo
El turismo será sin duda uno de los grandes sectores afectados por el agravamiento de la crisis catalana. No hay que olvidar que Cataluña sigue siendo la comunidad con mayor afluencia de turistas extranjeros y que atrae al 20,5% del total. Las consecuencias del procés se empezaron a notar en las cifras de octubre, cuando el número de visitantes foráneos bajó un 4,5% en la comunidad autónoma. Y podrían notarse con más virulencia los próximos meses.
Fuga de empresas y deslocalizaciones
Más de 3.000 empresas han trasladado ya su sede social de Cataluña a otras comunidades o han manifestado su intención de hacerlo. Los resultados del 21-D pueden hacer que este número vuelva a dispararse e incluso que alguna empresa se plantee llevarse la producción a otra región. El presidente del Instituido de Estudios Económicos, José Luis Feito, dijo a principios de semana que ya había algunos síntomas de deslocalización en Cataluña. Esto sería demoledor para su economía.
Incumplimiento del déficit
Las cuentas públicas también acusarán la situación. La incertidumbre generada hasta ahora no iba a impedir que Cataluña cumpliera su objetivo de déficit. Pero la victoria de los independentistas pone en riesgo no solo el objetivo de Cataluña, sino el objetivo global de déficit de 2018, que pasaba por salir del procedimiento de déficit excesivo y de la estrecha vigilancia de Bruselas en el primer trimestre del año que viene.
Desplome de la inversión extranjera
La temida inversión. Cataluña siempre ha sido una comunidad muy atractiva para el inversor extranjero. Ya en el tercer trimestre del año este tipo de inversión se desplomó un 75% y eso sin tener en cuenta el reférendum y los resultados de las elecciones. Lo más probable es que la inversión se hunda de nuevo en el cuarto trimestre, lo que puede llevar a Cataluña a sus peores registros en la última década.
Inestabilidad en los depósitos
La victoria independentista también puede resucitar el nerviosismo entre los catalanes respecto a sus depósitos. En octubre se calcula que salieron entre 6.000 y 10.000 millones de las entidades catalanas y que se abrieron unas 300.000 cuentas espejo. Esta fuga se frenó e incluso se recuperó parte del dinero tras el cambio de sede de CaixaBank y Sabadell y la aplicación del artículo 155. Los resultados conocidos este jueves pueden devolver los temores de los clientes, siempre en función de quién toma el mando del Govern y sus primeras medidas.
Pinchazo crediticio
Uno de los grandes temores de la banca es que la ralentización de la economía catalana se acabe trasladando a una menor concesión de créditos y un aumento de la morosidad. Fuentes de una de las principales entidades de la comunidad explican que se está supervisando a fondo cómo se comportan los préstamos de empresas más ligadas al consumo y afectadas por el procés, como las cadenas hoteleras, las imobiliarias y los restaurantes.
Caídas en bolsa
Octubre fue un mes de grandes caídas a medida que se conocían los planes de la Generalitat y subidas tras la aplicación del artículo 155. Esta última medida ha hecho que los grandes inversores internacionales se olviden de la crisis catalana durante casi dos meses. Pero las elecciones hacen que este asunto vuelva a estar en el foco de las grandes casas de inversión extranjeras. Pronostican un menor impacto que en octubre, ya que "el Gobierno español ya ha demostrado que no permitirá a Cataluña tomar decisiones unilaterales para independizarse", explican desde Rabobank. Aun así, habrá volatilidad en los próximos días: "Una victoria pro-independencia provocará disturbios en el corto plazo", añaden desde Commerzbank.
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