El conde de Godó fue señalado durante el proceso soberanista por el alineamiento de sus medios de comunicación con las tesis de la Generalitat, incluso cuando, a partir de 2011, Artur Mas emprendió el camino hacia la independencia. De un tiempo a esta parte, especialmente tras el 1-O, el noble catalán se ha empeñado en transmitir señales de que el Grupo Godó defiende la unidad de España y critica abiertamente el soberanismo. El director de La Vanguardia, Màrius Carol, ha destacado este miércoles este mensaje durante un desayuno informativo en Madrid, y ha reconocido que fue designado para su puesto, en 2013, con la misión de devolver la línea editorial del rotativo más leído en Cataluña a la posición que había ocupado desde 1978 y hasta que su predecesor, José Antich, decidió acercarla al soberanismo. Es decir, la que apuesta por lograr el mejor 'encaje' de esta comunidad autónoma dentro de España.
En este sentido, Carol ha reconocido que La Vanguardia “quizá” fracasó al explorar “una tercera vía entre el independentismo (Generalitat) y el inmovilismo (Rajoy)”. El periodista ha afirmado que en la redacción del diario hay independentistas, al igual que en las mesas de debate de RAC 1, pero ha aclarado que el grupo consideraría un error que se rompiera la unidad de España.
Carol ha sido crítico con Carles Puigdemont y los responsables del proceso soberanista; y ha sugerido que no tuvieron la valentía suficiente para desactivar este problema el pasado octubre. El director ha relatado que el día 26 de ese mes, recibió una llamada telefónica de un alto cargo de la Generalitat que le trasmitió la intención de Puigdemont de convocar elecciones y renunciar a la declaración unilateral de independencia. Finalmente, cambió de opinión. ¿Por qué? “Los gritos se escuchaban desde el despacho presidencial” y las acusaciones de “traidor” invadían las redes sociales.
Para definir al actual presidente de la Generalitat, Carol ha tirado de ironía: “Contratar a una persona enamorada tiene su riesgo porque solamente le interesa y puede pensar en una cosa en la vida”. Pese a esta circunstancia, el director de La Vanguardia percibe que se ha rebajado la tensión en Cataluña y que hay expectación sobre los siguientes pasos que se darán desde Madrid y Barcelona. “A veces, cuando las cosas están peor es cuando más fácil es arreglarlas”, ha manifestado.
El periodista también se ha referido al futuro del diario y ha avanzado que los Godó están preparando una estrategia de transformación con el objetivo de adaptar los contenidos de la edición impresa a la nueva realidad del mercado, así como de tratar de obtener más ingresos en internet. En este sentido, ha incidido en que la intención de La Vanguardia es establecer un muro de pago en el medio plazo, al igual que planean otros medios de la competencia.
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