Aunque a ellos la polémica por la posible dimisión de Pedro Sánchez les queda lejos, los super también se revuelven contra el Gobierno. En su caso, critican a la Moncloa por el Real Decreto de Envases y Suelos Contaminantes, un decreto que, bajo su punto de vista, es ineficaz, incoherente con los criterios de Europa y "supone un ataque directo a la libertad de empresa y a la competencia".
En estos términos se ha manifestado Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), este jueves durante la jornada 'El envase como herramienta de la distribución de alimentos y bebidas', en la que se comentó el Reglamento de Envases y Residuos de Envases, aprobado este miércoles por el Parlamento Europeo, y su compatibilidad con el "ineficiente" decreto español.
Para los trabajadores del sector de la distribución este decreto español, que es una carga más de todo el lastre medioambientalista que tienen que "soportar", es innecesario, inútil e incoherente. Ante la reciente aprobación del reglamento de la Unión Europea, el director de Asedas ha asegurado que la "legislación medioambiental [española] debería seguir criterios de flexibilidad, coherencia y enfoque hacia la competitividad" y ha pedido la "armonización de la norma europea y de la española".
Desde Asedas, que representa a grandes supermercados como Mercadona, Dia y Lidl, explican que la aplicación de la normativa europea en España resulta especialmente compleja por la aplicación en paralelo del Real Decreto que, entre otras cosas, exige que los distribuidores cuenten con, al menos, cinco referencias de envases reutilizables y su correspondiente sistema de recogida en tienda en 2025.
Los super, muy críticos con el decreto sobre envases de España
Los super tienen una gran presión medioambiental, como ya han denunciado en alguna ocasión y todo lo relacionado con los envases es un punto caliente. Sobre el decreto español en esta materia, García Magarzo se ha pronunciado de la siguiente manera: "Este sistema no es necesario para cumplir con los objetivos medioambientales, ni es eficaz, ni es eficiente. La razón es que el retorno de envases depende principalmente de la creación previa de un sistema operativo con la participación inexcusable de fabricantes, plantas de clasificación, limpieza y rellenado y de operadores logísticos, que no existe en España, y cuyo desarrollo futuro debe encajar en las orientaciones -mucho más complejas- del futuro Reglamento".
La solución para los trabajadores del sector es clara: acompasar el Real Decreto español al Reglamento europeo desde un enfoque coherente y bajo el prisma de la competitividad empresarial. "Lo coherente es que las empresas -envasadores, comercio y operadores logísticos- trabajen para adaptarse al nuevo Reglamento porque la coexistencia de sistemas de envases reutilizables y retornables de un solo uso exige de un plan de adaptación industrial y de inversiones muy potente y desconocido en España", ha asegurado García Magarzo.
La herida se abre más todavía cuando se entra en el terreno empresarial: "La distribución no puede ni debe asumir la responsabilidad de obligar a otros operadores económicos a asumir estas inversiones, ni tener la obligación de negociar contratos con operadores económicos concretos por disponer de un tipo de envases específico. Esto supone un ataque directo a la libertad de empresa y a la competencia", ha añadido al respecto el experto.
Con este panorama, la armonización y la coherencia entre ambas normas se presenta como "necesaria" para poder aplicarlas, pasando por la medición de su impacto. "Las obligaciones impuestas sin diálogo y sin análisis sólo nos llevarán a incrementar los costes y a retrasar el cumplimiento de objetivos. España los logrará, pero sin necesidad de imposiciones", ha afirmado el director general de ASEDAS.
Ahogo por medidas medioambientalistas
No es esta la primera 'denuncia' del sector contra el ahogo provocado por las leyes ecologistas. De hecho, hace apenas unas semanas, los super se rebelaron también contra las normativas medioambientalistas de la Unión Europea. Asedas criticó la revisión del Reglamento de Gases Flourados, aquellos que consiguen que una determinada instalación permanezca a una temperatura específica; una revisión publicada en el Diario Oficial de la UE y que tiene como principal objetivo la reducción progresiva, hasta su eliminación, de los mismos.
"Los tiempos marcados para las prohibiciones no son realistas", denunció María Martínez-Herrera, directora de Sostenibilidad de ASEDAS, en un artículo titulado 'Refrigeración y alimentación: porqué España es diferente', publicado originalmente en la Revista Aral y compartida posteriormente desde la propia asociación.
Esta misma patronal también denunció que el sector del comercio tuvo que aplicar casi 500 nuevas normas medioambientales en 2023, que vienen tanto de las administraciones públicas como estatales y europeas, en "una escalada normativa que no cesa desde niveles previos a la pandemia".
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