España quiere coger peso en el desarrollo del coche eléctrico a nivel europeo, participando en todas las áreas relacionadas con ello, principalmente en lo que a la fabricación de baterías se refiere. Y para ello, el litio resulta un elemento fundamental, que no se encuentra con facilidad y que podría producirse en España. Concretamente en Extremadura, en la provincia de Cáceres, donde la compañía australiana Infinity Lithium dirige un proyecto de extracción y procesado de litio –en el que también participa la española Sacyr– en el término de San José de Valdeflorez, lo que supondría una oportunidad única de liderar a nivel europeo toda la cadena de valor que representa la piedra angular del coche eléctrico.
Y es que en esos terrenos se encuentra el segundo mayor depósito de litio de Europa que podría suponer unas 15.000 toneladas de hidróxido de litio a producir en la planta que permitiría abastecer a unos 10 millones de vehículos eléctricos. Pero ahora, después de que la Junta de Extremadura respaldara el proyecto y concediera los permisos de investigación que estaban a punto de comenzar a realizarse, las presiones de grupos ecologistas y la oposición del propio alcalde de Cáceres desde el inicio ha llevado a cancelar los permisos otorgados agarrándose a un defecto de forma. Según fuentes consultadas por Vozpópuli, todo este frenazo al proyecto llega por cuestiones puramente políticas que ha llevado a la Junta a cambiar el sentido de su resolución inicial.
La empresa responsable del proyecto, Infinity Lithium, ve así como éste va a retrasarse, una noticia sin duda muy negativa no solo para Extremadura por lo que al empleo se refiere, sino para la industria española del automóvil necesitada de fábricas de baterías y, por ello, de plantas de extracción de litio para evitar la dependencia con los mercados asiáticos que, a día de hoy, tienen el mayor control sobre este mineral esencial.
Un retraso inevitable por los plazos que marca la justicia en nuestro país, pero que no va a suponer abandonar el proyecto. Los responsables de la empresa en nuestro país estudian ya presentar un recurso de alzada contra las medidas adoptadas por la Junta de Extremadura, pero una vez presentada hay un periodo de hasta tres meses para contestar, aunque se espera que esta respuesta no llegue y tendrían que ir a un recurso contencioso administrativo alargando aún más los plazos.
La población, a favor del proyecto
Desde Infinity Lithium confían en poder seguir adelante con un proyecto en el que ya han invertido millones de euros y que parecía encarrilado. Porque el planteamiento de la empresa es llegar hasta el final, sea cual sea el tiempo necesario y el coste, este mucho menor que el que ya ha incurrido la empresa hasta la fecha en el desarrollo del proyecto. Además, según la empresa, una encuesta realizada por Sigma 2 en Cáceres acerca del proyecto les ha reportado que el 50% de la población está a favor del mismo y sólo un 20% se muestra contraria.
El hidróxido de litio estaba previsto procesarlo en la planta de San José de Valdeflorez, y ahora Europa, que no produce litio dentro de sus fronteras, afrontará con más retraso aun el desarrollo de las nuevas fábricas de baterías, pieza clave para la transformación de la industria de la automoción. De la inversión prevista cifrada en 280 millones de euros, casi el 90% se iba a destinar a la planta industrial, que concentra también la mayor parte del empleo. Al margen de los 310 puestos de trabajo previstos en la fase de construcción que requiere unos dos años, se necesitarían casi 200 empleos constantes en tareas de extracción y de la planta. Esta última aglutinaría a 155 de estos empleos.
Un proyecto que está respaldado por la Comisión Europea y la Alianza Europea de Baterías que en su momento conocieron al máximo de detalle las estrategias empresariales y los aspectos medioambientales. Y es que el Litio es uno de los minerales más demandados en los últimos tiempos, y se estima que en España y Portugal se encuentran las mayores reservas de toda Europa, y en Cáceres concretamente se sitúan las dos minas que pugnan por conseguir la autorización de explotación.
Porque además de la de San José Valdeflórez, situada a escasos tres kilómetros de la ciudad de Cáceres –uno de los argumentos de los grupos ecologistas, el de la proximidad con el casco urbano–, Lithium Iberia quiere explotar el yacimiento de Las Navas, en Cañaveral, también en la provincia de Cáceres. Un punto de extracción que generaría 2,3 millones de toneladas al año de litio que vendría acompañado de una fábrica de baterías que se instalaría en la región.
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