Los indicadores económicos que se han publicado a cierre del primer trimestre arrojan luces y sombras para la economía española y la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez -las normas que ha aprobado durante los meses que ha durado su Gobierno, sobre todo vía real decreto-ley-, a pesar de gobernar con los Presupuestos Generales del Estado de Mariano Rajoy.
No todos los datos son positivos, pero el hecho de que algunos de ellos lo sean parece alejar el temor a que la recesión que acecha España y Europa -donde Italia ha conseguido salir de la recesión técnica en la que cayó en el último trimestre de 2018- vaya a llegar de manera inminente. En la lista de preocupaciones se encuentra el incremento del déficit público que se ha producido en el primer trimestre por el aumento del gasto no aparejado a un alza de ingresos y la caída de las exportaciones, condicionadas por la situación económica de otros países.
2.400 millones más de desfase que en 2018
En el primer trimestre del año el Estado ha ingresado 46.049 millones de euros, un 1,01% más que en el mismo periodo del año anterior, pero ha gastado un 6% más: un total de 52.803 millones de euros, lo que implica un agujero de 6.754 millones de euros entre enero y marzo (un 0,54% del PIB).
Este desfase presupuestario es un 57,7% superior al que se produjo en España en el primer trimestre del año pasado, cuando el déficit cerró los primeros tres meses del año en el 0,35% del PIB: se gastaron unos 4.200 millones más de los que se ingresaron.
La diferencia por tanto es de más de 2.400 millones (casi dos décimas de PIB) que han sido necesarios para pagar la subida de las pensiones (un 1,6% de revalorización general y un 3% de subida para las pensiones mínimas y no contributivas) y para el incremento de sueldo de los empleados públicos. El desfase se debe también a que en el primer trimestre de 2018 no se contabilizó la revalorización del 0,25% de las pensiones.
Mayor caída de exportaciones en 7 años
Según los datos de Contabilidad Nacional del primer trimestre divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las exportaciones de bienes y servicios han caído un 1,2% entre enero y marzo, lo que supone la mayor caída en un trimestre de las ventas al exterior desde el segundo de 2012 (-1,4%).
Las exportaciones de bienes encadenaron dos trimestres en negativo, ya que en el último de 2018 se redujeron un 0,04%, mientras que las exportaciones de servicios pasaron de crecer un 3,7% entre septiembre y diciembre del año pasado a caer un 1,6%.
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Las importaciones también se contrajeron entre enero y marzo (-1,42%) después de seis trimestres consecutivos de subidas.
Por el contrario, el sector industrial se ha recuperado en el primer trimestre después de desatar todas las alarmas en la recta final del año pasado y la Encuesta de Población Activa (EPA) también ha arrojado detalles positivos en cuanto a empleo.
Recuperación de la industria
El PIB de la industria ha crecido un 1,4% en el primer trimestre del año, la máxima subida que se vivía en el sector desde el primer trimestre de 2017 y el fin a dos trimestres consecutivos de caídas. El empleo sectorial también se ha recuperado: aunque la ocupación ni aumentó ni cayó (0,0%), el número de asalariados subió un 0,3% después de contraerse un 0,5 en el trimestre anterior.
Confirma la recuperación hasta marzo el índice PMI manufacturero, que en marzo se situó en 50,9 puntos, de nuevo por encima del umbral de 50 que marca el límite entre el crecimiento y la recesión, después de que en febrero se situara en 49,9 puntos. En marzo aumentaron los pedidos, el empleo y la producción, aunque Markit, la consultora que elabora este indicador, pronosticó un estancamiento para los próximos meses.
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Por sectores, los que mostraron un crecimiento más sólido fueron las compañías de bienes de consumo, mientras que siguieron deteriorándose los productores de bienes de capital y se estancaron los fabricantes de bienes intermedios.
Datos mixtos de empleo
La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre arrojó datos mixtos en cuanto a la evolución del empleo. Por un lado el paro aumentó en 49.900 personas, el mayor incremento desde 2013 pero influenciado por el hecho de que en 2019 la Semana Santa ha caído en abril y la creación de empleo que provoca no ha computado en el primer trimestre. El año pasado sí cayó en marzo con lo que el empleo se comportó mejor.
Sin embargo, la destrucción de puestos de trabajo en vigor fue inferior a la que se ha producido en otros primeros trimestres, por el efecto constante del fin de la campaña navideña. Entre enero y marzo se destruyeron 93.400 puestos, en comparación con los 124.100 que se perdieron en el mismo trimestre de 2018.
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Otro dato positivo que arrojó la EPA fue el récord de contratos indefinidos en España: 12,12 millones, una cifra que supera incluso el máximo anterior registrado en el segundo trimestre de 2008, de 12,05 millones.
Prima de riesgo a la baja pese a las elecciones
Las señales intermitentes de la economía española generaban incertidumbre sobre el comportamiento de la prima de riesgo (que se utiliza para medir el riesgo que perciben los inversores en nuestro país en comparación con uno considerado de cero riesgo, es decir, Alemania) justo después de las Elecciones Generales celebradas el domingo 28 de abril.
La prima de riesgo siempre ha experimentado incrementos tras la celebración de comicios: subió en 2016, en 2015, en 2011 y en 2008. Sin embargo, el pasado lunes la prima de riesgo empezó a bajar desde el nivel de los 104 puntos en que se encontraba el viernes previo a los comicios hasta los alrededores de los 97 puntos (lo que supone un descenso de en torno al 6%).
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