Economía

La economía echa el freno: varios indicadores anticipan ya un enfriamiento del PIB en España

La evolución del empleo y de la actividad empresarial en el último mes avanzan una desaceleración en el crecimiento económico del país

Desaceleración a la vista. La economía española está enviando señales a través de los indicadores avanzados, como son el empleo y el sentimiento empresarial. Tras el fuerte crecimiento del PIB en el primer y segundo trimestre, que sorprendió a organismos económicos y analistas, el tercero parece traer definitivamente la pérdida de dinamismo que se anticipaba en periodos anteriores.

En julio se destruyeron casi 10.000 empleos, el peor resultado en ese mes durante toda la serie histórica. El tradicional empuje del turismo no fue suficiente para compensar la también habitual pérdida de puestos de trabajo en la educación y la agricultura. El sector servicios creó tres veces menos empleos en julio que el año pasado.

Aunque el Gobierno achacó el mal dato a la anticipación de las contrataciones, los hosteleros están advirtiendo de que hay más turistas pero gastan menos, lo que hace que los ingresos este año estén menguando respecto a la temporada del año pasado. Según explican, los hogares están moderando el consumo ante la persistente inflación y los altos tipos de interés.

Las empresas evidencian la desaceleración

Este lunes el PMI del sector servicios confirmó el enfriamiento. "El sector servicios de España crecerá más lentamente en el tercer trimestre. A juzgar por las últimas cifras del PMI, el ritmo de crecimiento se ha ralentizado en julio", advirtieron desde la agencia de calificación S&P y el banco Hamburg Commercial Bank, autores del informe.

El PMI es un indicador económico realizado para todos los países y basado en datos y encuestas mensuales de las empresas. La información que se desprende de los PMI sirve de guía a economistas y analistas para anticipar el comportamiento futuro de la economía y prever cambios de tendencia.

Si está por encima de 50 refleja expansión y si está por debajo, contracción. En julio bajó de 56,8 en junio a 53,9, indicando "el ritmo más lento de expansión desde enero pasado". "España sigue beneficiándose de los efectos de recuperación en el sector turístico. No obstante, el crecimiento en España puede desacelerarse un poco en el tercer trimestre", reza el informe.

Peores son los resultados en la industria, que está prácticamente estancada. El índice PMI del sector manufacturero bajó en julio de 52,3 a 51,0, evidenciando el crecimiento más bajo de los últimos seis meses. "Las condiciones reinantes en el sector manufacturero español parecen estar cambiando: los vientos en contra están aumentando", advierten los autores.

En conjunto, los datos de la encuesta de julio indicaron que el crecimiento económico del sector privado continúa, pero al ritmo más lento desde principios de año. Además, la confianza de los empresarios alcanzó su nivel más bajo desde finales de 2023, según desvela el último informe elaborado por S&P y Hamburg Commercial Bank.

La AIReF rebaja el crecimiento de la economía

Sólo por el efecto mecánico de incorporar los resultados de los PMI, la estimación de PIB de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) para este tercer trimestre se ha reducido una décima, del 0,9% al 0,8%. Y advierte de que faltan el 86% de los indicadores por observar (la mitad de los previstos en julio y todos los referidos a agosto y septiembre).

Además, los últimos resultados de estos indicadores demuestran que España no es inmune al contexto internacional. En Estados Unidos suenan tambores de recesión por los datos del mercado laboral conocidos el viernes. El temor de los inversores acarreó grandes caídas en Wall Street en un 'lunes negro' que arrancó con el desplome de los mercados asiáticos y alcanzó al Ibex.

Europa lleva tiempo enviando estas señales de retroceso, tal y como destacó Funcas en su último Panel. La industria europea ha sido la más afectada por los conflictos geopolíticos y bélicos, al tiempo que se han ido recrudeciendo las tensiones proteccionistas. Esto ha lastrado el comercio de mercancías en el mundo y, especialmente, en Europa.

En España preocupa la inversión empresarial, que aún funciona a medio gas. Pese a la multimillonaria inyección de fondos europeos, todavía no ha recuperado el nivel que tenía en 2019 (sigue un 1,3% por debajo). En un contexto de altos tipos y elevada incertidumbre, las empresas han dedicado sus excedentes a reducir deuda en lugar de ampliar su capital productivo, lastrando también la productividad.

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